Las partes aéreas y raíces de tres especies de Echinacea (E. angustifolia, E. pallida, y E. purpurea) se usan comúnmente en terapéutica. Contienen ácidos fenólicos, alquilamidas, flavonoides, polisacáridos, y aceite esencial. La composición química varía según la especie y factores ambientales, por lo que se requieren productos estandarizados para garantizar la eficacia.