La teoría de Erik Erikson describe el desarrollo psicológico de la identidad a lo largo de las etapas de la vida, especialmente durante la adolescencia cuando se definen aspectos cruciales de la individualidad personal y se aprende a conocerse a sí mismo. Erikson propuso que cada etapa se caracteriza por el desarrollo de competencias específicas y por un conflicto que permite el crecimiento, resultando en una sensación de dominio o fuerza del ego.