El hueso está compuesto de una matriz de proteínas, agua y sales minerales que contiene cuatro tipos de células: osteoprogenitoras, osteoblastos, osteocitos y osteoclastos. El hueso compacto constituye la mayor parte de los huesos largos y tiene una estructura de láminas concéntricas alrededor de canales, mientras que el hueso esponjoso tiene una estructura irregular de tabiques que dejan huecos llenos de médula ósea.