El documento habla sobre la armadura de Dios mencionada en Efesios 6:10-17. Explica que la lucha del cristiano no es contra personas de carne y hueso, sino contra fuerzas espirituales. Para vencer al maligno, debemos usar toda la armadura de Dios, que incluye la verdad, la justicia, el evangelio y protección contra falsas doctrinas a través del yelmo de la salvación. También menciona las armas ofensivas como la espada del Espíritu y la oración.