El documento discute los diferentes enfoques a la educación latinoamericana durante los últimos 50 años, incluyendo una educación conservadora que reproduce la segregación, una educación neoliberal que descentraliza los programas nacionales, una educación progresista que busca nuevas prácticas durante gobiernos progresistas, y una educación socialista influenciada por las teorías europeas que llegaron a la región en el siglo XX.