El documento propone crear un espacio para la música y su difusión que permita a los jóvenes interactuar y realizar actividades masivas que dinamicen el entorno. Plantea que existe demanda insatisfecha de actividades musicales en Santiago y que el proyecto podría ubicarse fuera del centro para conectar con otras zonas de la ciudad. Toma como referencias la Casa de la Música en Oporto y la Ópera de Oslo.