La fibra óptica se fabrica utilizando vidrio dopado con óxidos que modifican su índice de refracción. El método más común es la deposición de vapor, donde se calienta un tubo de cuarzo para depositar capas de óxidos que forman la preforma. Luego se estira la preforma a alta temperatura para formar un filamento de fibra óptica. Finalmente, se realizan mediciones de calidad en la fibra terminada.