2. Había una vez un hermoso jardín en una institución educativa donde crecía un
árbol muy especial. Este árbol, conocido por todos como el "Árbol de la Amistad",
era el lugar de encuentro de estudiantes de todas las edades y procedencias. Bajo
su frondosa sombra, se tejían lazos de compañerismo, se compartían risas y
lágrimas, y se forjaban amistades que perdurarían para siempre.
3. Un día, un nuevo alumno llegó a la escuela. Se sentía perdido y solo en aquel
lugar desconocido. Sin embargo, al cruzar el umbral del jardín, sus ojos se
posaron en el majestuoso Árbol de la Amistad. Decidió acercarse tímidamente y
pronto fue acogido por otros estudiantes que se encontraban allí.
4. Con el tiempo, el nuevo alumno se convirtió en parte integral de aquel grupo.
Descubrió el verdadero significado de la amistad: apoyo incondicional,
comprensión mutua y alegría compartida. Juntos, enfrentaron desafíos, celebraron
éxitos y se sostuvieron en momentos difíciles.
5. Sin embargo, como en toda historia, llegaron momentos difíciles. Una tormenta
azotó el jardín, derribando ramas y despojando al Árbol de la Amistad de parte de
su esplendor. Los estudiantes se entristecieron al verlo herido, pero se unieron
para cuidarlo y ayudarlo a sanar.
6. En aquel instante, comprendieron una importante lección: al igual que el Árbol de
la Amistad, las relaciones de amistad requieren cuidado, dedicación y
compromiso. Es en los momentos de adversidad donde se demuestra el
verdadero valor de la amistad, cuando estamos dispuestos a dar lo mejor de
nosotros mismos por el bienestar de nuestros amigos.
7. El 14 de febrero, día de la amistad, nos brinda la oportunidad de reflexionar sobre
la importancia de cultivar y valorar nuestras amistades. No se trata solo de
intercambiar regalos o gestos superficiales, sino de recordar que la verdadera
amistad es un tesoro invaluable que enriquece nuestras vidas y nos acompaña en
nuestro camino.
8. Así pues, que el Árbol de la Amistad sea nuestro símbolo y guía, recordándonos
que, al igual que sus raíces profundas y fuertes, nuestras amistades pueden
resistir cualquier tormenta si las cuidamos con amor y sinceridad. Que cada día
sea una oportunidad para fortalecer los lazos que nos unen y para celebrar la
bendición de tener amigos que iluminan nuestro