2. Formar practicantes de la lectura y la escritura.
Formar lectores que sepan elegir el material escrito
adecuado para buscar la solución de problemas
Formar seres humanos críticos capaces de leer entre
líneas y de asumir una posición propia frente a la
sostenida.
3. Formar personas deseosas de adentrarse en los
mundos que la literatura nos ofrece.
Formación de escritores que sepan comunicarse por
escrito con los demás.
Lograr que los alumnos lleguen a ser productores de
lengua escrita.
Lograr que los niños manejen con eficiencia los
diferentes escritos que circulan en la sociedad.
4. La institución escolar sufre una verdadera tensión
entre dos polos contradictorios: la rutina repetitiva y la
moda.
La tradición opera como un factor suficiente para
justificar la adecuación de contenidos y métodos,
pueden aparecer y difundirse en el sistema escolar.
5. Con la moda en muchos casos estas innovaciones se
adoptan no porque representen un progreso en lo
anterior sino porque simplemente son novedades.
6. La innovación tiene sentido cuando forma parte de la
historia del conocimiento pedagógico, cuando al
mismo tiempo retoma y supera lo anteriormente
producido.
La novedad no es interesante como tal y no puede ser
buscada por si misma. Históricamente la innovación
como valor y como ideología ha obstaculizado el
desarrollo de la investigación.
7. Es importante distinguir las propuestas de cambio.
La primera tienen en general mucha dificultad para
expandirse en el sistema educativo porque afectan al
núcleo de la practica didáctica.
La segunda aunque son pasajeras se irradian
fácilmente porque se refieren a aspectos superficiales y
muy parciales de la acción docente.
8. La necesidad de establecer objetivos por ciclo en vez de
establecerlos por grado, no solo porque esto disminuye
el riesgo de fracaso en el aprendizaje de la lectura y la
escritura si no también porque permite elevar la
calidad de la alfabetización.
La importancia de acordar a los objetivos generales
prioridad absoluta sobre los objetivos especificos.
9. La necesidad de evitar el establecimiento de una
correspondencia termino a termino entre objetivos y
actividades, correspondencia que lleva
indefectiblemente a la parcelación de la lengua escrita.
La necesidad de superar la tradicional separación entre
“alfabetización en sentido escrito” y “alfabetiza en
sentido amplio”