2. En Venezuela, la variedad de paisajes ha permitido el
desarrollo de floras muy distintas; tal el caso de los frailejones como
especie floral autóctona de los Andes venezolanos, la flora
espinosa de las zonas áridas costeras de Falcón, Sucre o las de
áreas internas en Lara o Anzoátegui, o los bosques selváticos
tupidos al sur del país. En general, pueden señalarse cuatro tipos de
vegetación principales: bosques, arbustales, herbazales y
vegetación pionera (líquenes y musgos). En Venezuela, cada uno
de estos grandes tipos de vegetación presenta una multitud de
variantes y formas espectaculares dependiendo de factores físicos
y bióticos. Un cálculo aproximado sobre la flora total de Venezuela
puede estar muy cerca de las 30.000 especies de plantas con
semillas, sin contar con otros grupos vegetales como algas, hongos,
líquenes, briofitas y helechos. Los principales biomas de Venezuela
pueden dividirse en áreas boscosas; que comprenden selvas
siempreverdes, tropófilas, bosques xerófilos y manglares, y áreas no
boscosas; más comunes en Venezuela, constituidas por páramos,
sabanas, dunas y planicies saladas.
3. Las selvas pluviales o higrófilas son conocidas también con el nombre
de bosques húmedos tropicales. Este bioma se desarrolla en regiones
de alta temperatura y muy húmedos. Entre las especies más comunes
figuran el Merecure (Couepia paraensis), el Castaño de monte (Pachira
aquatica), el Coco de mono (Eschweilera parvifolia), el Matapalo (Ficus
guianensis) y la Caraña (Protium heptaphyllum). Las selvas nubladas se
desarrollan en ambientes de temperaturas moderadas o intermedias y
alta humedad. En la Cordillera de la Costa, la selva nublada se
presenta entre los 700 y los 2.500 m; en los Andes, generalmente, desde
los 2.000 hasta los 3.000 msnm, y en las tierras altas de Guayana, entre
los 1.000 y los 2.500 msnm. Entre las especies más conocidas figuran el
Cedro amargo (Cedrela mexicana), la Mano de león (Oreopanax
moritzii), el Muji (Prunus moritziana), el Marfil (Guettarda steyermarkii) y el
Manteco negro (Ternstroemia acrodanta). Los bosques parameros se
presentan por encima de las selvas nubladas, y solamente en las partes
altas del estado Mérida, a una altitud entre los 2.980 y los 4.200 msnm
con temperaturas que varían entre 2 y 11,5 °C, pudiendo presentarse
nieve y hielo a 0°C. Las especies más notorias corresponden al frailejón
de palito (Espeletia neriifolia), el Niquitaoíto (Bacharis prunifolia), el
Huesito de pantano (Hypericum brathys), el Chicote (Aragoa lucidula) y
el Quiboy (Hesperomeles peneltyoides).
4. Las selvas tropófilas o bosques deciduos, caducifolios o
veraneros se encuentran en áreas calientes, con
precipitaciones entre 1.000 y 2.500 mm, y temperaturas entre 25
y 28 °C. Se extienden desde el nivel del mar hasta los 1.000 m.
Estos bosques cubren extensas superficies en las partes bajas de
los estados Apure, Barinas, Portuguesa, Guárico, Cojedes,
Anzoátegui, Monagas, Yaracuy y Falcón. Ocupan además
grandes extensiones en el norte de Guayana, al oeste del
estado Amazonas y en grandes zonas del centro del estado
Zulia y del norte del estado Trujillo. Entre las especies más
comunes, puede destacarse el Aceite (Copaifera pubiflora), el
Algarrobo (Hymenaea courbaril), el Yopo (Adenanthera
peregrina), la Caoba (Swietenia macrophylla), el Jabillo (Hura
crepitans), la Ceiba (Ceiba pentandra), el Indio desnudo
(Bursera simaruba), el Caruto (Genipa caruto), el Chupón
(Pouteria carabobensis), Bucare (Erythrina poeppigiana), el
Samán (Pithecellobium saman), el Araguaney (Tabebuia
chrysantha), el Apamate (Tabebuia rosea), y el Roble
(Platumiscium polystachium).
5. Los bosques de galería se desarrollan a lo
largo de los ríos y varía en anchura y extensión,
estando asociado con las sabanas llaneras. Se
desarrolla en el bajo llano de los estados Apure
y Barinas y en la parte sur del estado Guárico.
Este bioma requiere de clima biestacional
típico y períodos de lluvia y sequía muy
marcados. Algunas de las especies más
comunes corresponden a el Jobo (Spondias
lutea), el Cajuro (Cordia collococa), el Guamo
(Inga spuria), el Mangle (Alchornea
castanifolia), el Uvero (Coccoloba
caracasana) y el Toco (Crataeva tapia).
6. Los bosques xerófilos se desarrollan en regiones donde la precipitación anual es
inferior a los 1.000 mm y las altitudes van desde el nivel del mar hasta los 1.500 msnm,
con variaciones de temperatura entre los 23 y los 29 °C. Se extienden por la zona norte
y costanera del país, penetrando en el interior de los estados Lara, Falcón y
Anzoátegui. Se distinguen de este grupo, los espinares o chaparrales y cujizales; los
cuales corresponden a bosques semisecos, con árboles cuya altura varía entre 8 y 15
m, y que presentan un aspecto de árboles pequeños y vegetación esparcida. La
precipitación anual donde esta flora se desarrolla varía entre 800 y 1.000 mm. Algunas
de las especies corresponden a el Cují Yaque (Prosopis juliflora), el Dividive (Caesalpinia
coriara), el Cují torcido (Acacia tortuosa), el Yacure (Pithecellobium dulce), el Olivo
(Capparis odoratissima) y el Trompillo (Jacquinia revoluta), y los cardonales;
caracterizados por cardones y tunas, los cuales están distribuidos en algunas zonas de
los estados Lara y Falcón, en las penínsulas de paria y la Guajira, en algunas zonas de la
isla de Margarita, y en algunos valles de las montañas andinas, alrededor de Chama,
Motatán y Ureña. Las áreas donde se desarrolla este tipo de vegetación se caracteriza
por una precipitación anual inferior a los 600 mm, con una estación seca que dura de 7
a 10 meses. Las especies dominantes corresponden a el Buchito (Mammilaria
mammilaris), el Cactus trepador (Acanthocereus tetragonus), el Buche (Melocatus
curvispinus), la Tuna blanca (Opuntia caracasana), la Guasabara (Opuntia caribaea),
Cardón guanajo (Pilosocereus moritzianus), el cardón dato (Stenocereus griseus), y el
Guamacho (Pereskia guamacho).
7. Los manglares constituyen bosques especiales en
las zonas costeras del norte y el oriente del país. Se
distribuyen en las desembocaduras de los grandes
ríos que surten el Golfo Triste, el golfo de Cariaco, las
lagunas de Píritu, Unare, Tacarigua y Carenero, la
costa de los estados Carabobo y Falcón hasta
Chichiriviche, alrededor del lago de Maracaibo y en
el delta del Orinoco. Los manglares se desarrollan
generalmente en zonas de abundante precipitación
anual, pero también se encuentran en áreas de gran
aridez. Entre las especies más importantes se
destacan el Mangle rojo (Rhizophora mangle), el
Mangle blanco (Laguncularia racemosa), el mangle
botoncillo (Conocarpus erectus) y el Mangle negro
(Avicennia germinans).
8. Los páramos son formaciones características de las montañas
andinas, desde el estado Táchira hasta los límites con el estado
Lara. Se pueden presentar a 1.700 msnm en el páramo del
Morro, en el estado Mérida, pero son más bien propias de
altitudes comprendidas entre los 3.000 y los 4.700 m. Áreas con
vegetación parecida a la de los páramos se encuentran en las
regiones más altas de la Cordillera de la Costa, en el cerro
Turimiquire del estado Sucre y en algunas partes del Distrito
federal, como el cerro Naiguatá en el parque nacional El Ávila.
La temperatura media anual imperante de los páramos es de
5°C o menos, y la formación de hielo, con temperaturas por
debajo de 0°C; así como una precipitación anual de 600 mm.
Algunas de las especies más comunes corresponden al Frailejón
oscuro (Espeletia atropurpurea), el Frailejón de plata (Espeletia
wedelli), el Frailejón tormentoso (Espeletia panosa), la Salvia real
(Senecio andicola), el Tabacote morado (Senecio formosus), la
Astra paramera (Aster marginatus), y el Cachito de venado
(Hinterhubera imbricata).
9. Las sabanas están representadas por tierras cubiertas de gramíneas, donde pueden
aparecer plantas arbóreas en forma esporádica. La mayor parte de las sabanas
ocupan la región llanera, que comprende los estados Apure, Barinas, Portuguesa,
Cojedes, Guárico, Anzoátegui y Monagas, así como en los estados Bolívar, Sucre, Zulia,
Aragua y Miranda. Las tres cuartas partes de los llanos venezolanos están
representadas por vegetación de sabana. El clima de la región llanera se presenta con
una temporada de sequía entre noviembre y abril, y un período de lluvia entre mayo y
septiembre; con una precipitación anual de 1.000-2.000 mm. La temperatura media
anual está entre 26 y 28°C. En los Llanos se distinguen tres tipos de vegetación, de
acuerdo a su composición florística: sabanas de Trachypogon, sabanas de "banco",
bajíos y esteros, y sabanas de Paspalum fasciculatum. La sabanas de Trachypogon
están caracterizadas por la presencia de especies como el Chaparro (Curatella
americana), el Alcornoque (Bowdichia virgilioides) y el Chaparro manteco (Byrsonima
crassifolia). Las sabanas de "bancos", bajíos y esteros presentan especies como el
Mastranto (Hyptis suaveolens), el Estoraque (Vernonia brasiliana), la Cola de vaca
(Andropogon bicornis), la paja de agua (Hymenachne amplexicaulis), la Dormidera
(Mimosa pigra) y la Guaica (Rochefortia spinosa). Por su parte, las sabanas de
Paspalum fasciculatum presenta especies nobles como el Roble (Platymiscium
polystachyum), el Cañafístolo (Cassia moschata), morichales como el Boroboro
(Montrichardia arborescens), y palmares representados por el Higuerote (Ficus
trigonata).