Para definir una función se necesitan tres elementos: 1) el dominio, que es el conjunto de entrada X, 2) el codominio, que es el conjunto de salida Y, y 3) la regla de correspondencia f que mapea cada elemento de X a un único elemento en Y. La imagen de un elemento x por la función f es el valor que toma f para x, mientras que la contraimagen de un valor y es el elemento x en el dominio que mapea a ese valor y.