Los sistemas educativos de cada país deben enfrentar el creciente rol del conocimiento en la sociedad y la economía, y su impacto en la competitividad internacional, la cual depende más de la innovación tecnológica. Un buen liderazgo gerencial es importante para que las instituciones educativas satisfagan las demandas de su entorno y logren la excelencia organizacional necesaria para el bienestar social.