La genética de la conducta, en sentido amplio, ha sido campo de interés para muchos investigadores desde finales del siglo XIX, cuando Francis Galton comenzó a plantearse leyendo las teorías de Darwin, primo suyo, sobre la evolución si la herencia afecta a la conducta humana. Él sugirió algunos de los métodos más utilizados después en genética de la conducta humana (estudios sobre familias, estudios de gemelos y diseños de adopción) y llevó a cabo los primeros estudios sistemáticos con familias que mostraron cómo ciertos rasgos de comportamiento «se transmiten en familias» (Galton 1875 y 1874)
2. GENETICA DEL COMPORTAMIENTO
• La genética del comportamiento
o psicogenética es el estudio de la influencia
de la composición genética de un organismo
en relación con su comportamiento y la
interacción de la herencia y el medio ambiente
en la medida en que afectan el
comportamiento.
• Las influencias ambientales se pueden dividir
en dos clases, el entorno compartido y el no
compartido (o único). El entorno
compartido es el ambiente compartido por
hermanos criados en una misma familia. Esto
incluye variables tales como el estado
socioeconómico y la educación de los padres.
El entorno no compartido es el entorno
exclusivo del individuo. Esto incluye variables
tales como grupo de amigos, compañeros de
trabajo, etc.
3. QUÉ ESTUDIA LA GENÉTICA DEL
COMPORTAMIENTO
• La genética del comportamiento estudia las influencias
genéticas y ambientales que dan lugar a diferencias en
la conducta; en definitiva, el conocimiento de las bases
genéticas (y las influencias ambientales) de la
conducta normal y la psicopatología, así como los
trastornos psicológicos asociados a las alteraciones
genéticas, ya sean estas génicas o cromosómicas.
• Las enfermedades que tienen una base genética tienen
un gran impacto en la salud, porque aunque la
frecuencia de algunas de estas sea muy baja, la
incidencia total de las alteraciones genéticas en la
salud es importante, sobre todo en las sociedades
occidentales, donde la muerte por causa ambiental
(desnutrición, infecciones, etc.) se ha reducido
enormemente. La participación de la herencia en las
enfermedades y muertes, sobre todo infantiles, ha
aumentado sensiblemente en los últimos cien años.
4. LA INTERACCIÓN ENTRE LOS GENES, EL
ENTORNO Y EL AMBIENTE
• La información genética almacenada en
los genes sólo determina las condiciones
iniciales para el desarrollo del organismo.
• La apariencia final de un ser vivo es el
resultado de la interacción entre sus
genes y células a través de las señales y
compuestos que actúan como
mensajeros. En el resultado final también
están implicados factores ambientales
como la nutrición, la duración del día y la
temperatura.
5. IMPORTANCIA DE LOS FACTORES GENÉTICOS
EN LAS DIFERENCIAS ENTRE INDIVIDUOS
• Los investigadores en genética de la conducta entienden que los factores
hereditarios intervienen, y bastante, en muchas conductas complejas,
incluyendo capacidades cognitivas, personalidad y psicopatologías, por
ej.:
• Coeficiente de inteligencia: Ha sido, con diferencia, el rasgo más
estudiado en genética de la conducta. Por inteligencia se entiende aquí
aquello que miden las pruebas (cuestión aparte es si la inteligencia puede
ser medida por las pruebas [Gould 1981; Lewontin 1987]). El conjunto de
los datos obtenidos con diferentes métodos (estudios de adopción, con
gemelos idénticos, etc.) apuntan hacia una heredabilidad del CI en torno
al 0,50. Esto significa que las diferencias genéticas entre los individuos
darían cuenta aproximadamente de la mitad de las diferencias en la
capacidad de los individuos para realizar las pruebas (Plomin: 68-75). El
ambiente y los errores de cálculo aportarían la mitad restante.
6. ¿QUÉ RELACIÓN EXISTE ENTRE GENES Y
CONDUCTA HUMANA?
• Las aportaciones de la genética de la conducta
no deberían ser identificadas con los resultados
de la genética molecular. Cuando se
desconocen los procesos básicos mediante los
cuales los genes ejercen su influencia sobre la
conducta, se tiende espontáneamente a creer
que los genes influyen directamente en nuestro
comportamiento, es decir, «codifican
conductas». Pero la cosa es algo más compleja.
Podríamos diferenciar dos presentaciones del
problema: una más simple, de la cual circulan
infinidad de versiones «simplistas», y otra más
compleja, menos habitual y no siempre tenida en
cuenta por quienes hacen una presentación
«pedagógica» de la relación entre genes y
conducta.
7. ¿La violencia está en los genes?
• Un grupo de neurocientíficos del Instituto
Karolinska, en Suecia, descubrieron que los
individuos condenados varias veces por delitos
relacionados con la agresividad poseían al menos
una de las siguientes variantes
genéticas: CDH13 y MAOA.
• Este último, conocido como el “gen del guerrero”,
controla la producción de dopamina. Si su
actividad disminuye, y el portador además
consume alcohol, cocaína o anfetaminas, se
produce una explosión de dopamina que
potencialmente puede llevar a la comisión de
delitos violentos.