El canal de Panamá fue inaugurado en 1914 y representa el 5% del comercio mundial al unir los océanos Atlántico y Pacífico, aumentando significativamente el comercio internacional. Sin embargo, el transporte marítimo a través del canal también tiene consecuencias ambientales como el desperdicio de aproximadamente 100,000 metros cúbicos de agua dulce potable cada vez que las embarcaciones pasan por las esclusas.