El canal de Panamá ha estado operando durante casi 100 años pero ahora se encuentra casi saturado debido al aumento del volumen de tránsito. El gobierno de Panamá está impulsando un proyecto de ampliación para construir una nueva vía capaz de acomodar buques más grandes. Sin embargo, el aumento del tráfico marítimo también tiene consecuencias ambientales como el desperdicio de grandes cantidades de agua dulce y el posible inicio de la salinización de los lagos.