El documento resume los cambios en un colegio católico en Argentina entre 1978 y 1983. En 1979 se designó una nueva rectora y se comenzó a ofrecer un programa comercial de 3 años. En 1981 se inauguró un salón de actos y se crearon más grados comerciales. En 1982 y 1983 hubo más cambios en la rectora y la directora, y se expandió la oferta educativa mientras se cerraba gradualmente la sección primaria.

1. 1978 – 1983 1978 terminó tranquilo después dela algarabía de los 70 años, cumplidos por el colegio. Y comenzó 1979, con grandes cambios: La hermana Beatriz Cano, rectora y superiora, se alejó de ésta casa y fue reemplazada por la hermana Antonia Krajuik –Hna. Inés- Pero la novedad no fue sólo ésta, sino que en éste año, comenzó a funcionar 1º año comercial. Y así, con cierta exitación, pasaron 1980 y 1981, con 2º y 3º años Comercial, como nuevas creaciones. El nivel primario, pasó a funcionar por la tarde. El 21 de Noviembre de 1981, coincidiendo con el egreso de las nuevas Bachilleres, se inauguró el Salón de Actos. Este fue construído con el esfuerzo conjunto de padres y personal del establecimiento. En 1982 se alejó la señora Inés y llegó la hermana Olga Caramello. Era rectora, la señora María Cristina I. de Ambrosonni . La que hasta este momento había sido representante legal, la hna. María Isaura Hortiguela, dejó éste colegio, después de permanecer 25 años en él. Aquí se desempeñó como maestra, directora, secretaria, y muchísimas exalumnas la recuerdan con gratitud. Y llegamos así a 1983, en el que nuevamente el Instituto sufer transformaciones. Rectora es ahora, la hermana Amalia Fernández. Se crea 5º año Comercial, y dos nuevas modalidades: en ligar de Bachiller Mercantil y Profesiones Femeninas –ciclo de 3 años de duración- Teniendo en cuenta, el objetivo de la comunidad Vicentina , se decide ir cerrando la sección primaria en forma progresiva. En este año ya no funcionan jardín y 1º grado.

2. La señorita Marcela Martínez es la directora, a partir del mes de Marzo. Al haber menos grados en funcionamiento, se cumplían las instalaciones del Edificio, para recibir a mayor cantidad de pupilas y medio pupilas, del secundario. De éste modo se hará realidad el pensamiento de San Vicente: “Amar a Dios con el sudor de Nuestra frente, y el sudor de nuestros brazos”