El director del colegio Antonio Machado da un discurso de despedida a los alumnos de sexto grado. Les recuerda sus primeros días en el colegio y cómo los maestros se han sentido como una segunda familia para ellos. Les aconseja que aprovechen las oportunidades positivas que les brinda la vida pero que eviten las drogas y la delincuencia. También les pide que hablen con sus padres, quienes siempre los apoyarán. Finalmente, les desea lo mejor y les recuerda que el colegio siempre estará ahí para ellos.

1. GRADUACIÓN DE LOS SEXTOS
(20 de junio de 2012)
Buenas tardes a todos y a todas.
Es muy grato para mí dirigirme en nombre de mis compañeros a
vosotros, alumnos y alumnas de 6º, y a vuestras familias.
Parece que fue ayer cuando entrasteis hace nueve años (os
recuerdo que sólo tenéis 11 ó 12 años) al colegio Antonio Machado.
Muchos de vosotros, asustados, algunos lloriqueando, otros
encantados. Desde entonces, el colegio Antonio Machado ha sido
vuestra segunda casa, y sus maestros y maestras, vuestros segundos
padres y madres. Y hablo en nombre de todos mis compañeros al
deciros que así nos hemos sentido, como vuestra familia. Y como tal,
siempre hemos buscado lo mejor para vosotros. De verdad.
A veces puede parecer que no estamos contentos, o que nos
enfadamos, pero siempre es porque queremos sacar de vosotros todo el
potencial que lleváis dentro. No es mejor padre o madre el que os
consiente todo y os compra todo lo que le pidáis. Al contrario. Eso os
haría felices cinco minutos, pero a la larga os haría mucho daño
porque os estarían inculcando una falsa forma de conseguir todo en la
sociedad que vivimos. La sociedad de ahí fuera funciona mediante el
esfuerzo y el trabajo personal (si no, preguntadle al padre o madre
que se levanta a las seis de la mañana para ir a trabajar, y que vuelve
a las tantas. Y así, día tras día, durante toda su vida). Este hábito,
junto con una formación adecuada, el respeto mutuo, el diálogo y un
trato lo más cercano a vosotros ha sido lo que hemos tratado de
inculcaros. Siempre, y que NO se os olvide nunca, buscando lo mejor
par vosotros.
La vida ahí fuera, tiene muchas cosas buenas y muchas cosas
malas. Fuera, por ejemplo, está la familia, los buenos amigos, la
lectura, el cine, los juegos, ... Pero también ahí fuera están las drogas,
el alcohol, las peleas, la delincuencia... Y ahí vais a estar solos y solas
para decidir. Por mucho que os quisiéramos meter en una burbuja de
cristal para protegeros, sois vosotros los que vais a tener que tomar

2. decisiones importantes, que os pueden llevar por el buen camino o por
el malo. Así que pensadlo muy bien antes de actuar. Pensad si vuestra
madre o vuestro padre estarían satisfechos si estuvieran viéndoos. No
os dejéis arrastrar por los gamberros o graciosos de turno (que seguro
que os los vais a encontrar). Buscad amigos que sean como vosotros y
vosotras, y a los otros, dadles de lado.
Y, por supuesto, hablad, hablad y hablad con vuestros padres y
vuestras madres. Ellos siempre van a querer lo mejor para vosotros y
vosotras y os pueden aconsejar lo ideal. Que NO os dé vergüenza.
(Acordaos de la película de “La vida es bella”, y lo que un padre está
dispuesto a hacer por su hijo). Sois parte de ellos y siempre os van a
apoyar, incluso cuando os equivoquéis. Y yo diría más, especialmente
cuando os equivoquéis y todos os den de lado, ellos siempre os estarán
apoyando.
Y a vosotros, padres y madres. El mejor regalo que les podéis
hacer a vuestros hijos e hijas, es pasar MUCHO tiempo con ellos y
ellas. Hablar, jugar, viajar, hacer tareas juntos. Eso NO tiene precio.
Buscad el tiempo de donde podáis, pero buscadlo, porque luego lo vais
a echar mucho de menos. A mí siempre me quedará la duda de si
habré pasado todo el tiempo que hubiese deseado con mis hijos, que ya
son grandes. Creo que sí, pero seguro que podría haber sido más.
Y si queréis a vuestros hijos, que sé que es así, PONEDLES
NORMAS. Llegad a acuerdos, negociad, habladlo, razonadles, pero no
queráis ser tan modernos que les permitáis hacer todo lo que se les
ocurra. Y estoy pensando en horarios, formas de vestirse, de
comportarse, de relacionarse con los demás, de ir de botellón, de
discotecas, de tiempos de estudio, …, de cosas normales para jóvenes
de 20 ó 30 años que pueden decidir con suficiente criterio por sí
mismo, pero que con 11 ó 12 años, son demasiado pequeños para
tomar esas decisiones conscientemente y valorando todos los pros y
contras. La edad que viene es complicada, pero por eso os digo, que les
habléis y que lleguéis a acuerdos.
En cuanto a los estudios en el instituto, mi mejor consejo es que
respetéis siempre a vuestros profesores. Y eso, entre otras cosas,
significa mirarlos a los ojos cuando os están hablando. No os

3. distraigáis. Preguntad lo que no entendáis. Que os vean mucho interés
por aprender. Vuestro futuro depende, entre otras cosas, de ello. Y
siempre con respeto y educación. Eso os abrirá muchísimas puertas en
una sociedad que parece no darle importancia, pero que en el fondo,
todo el mundo valora muchísimo porque lo echa de menos.
Y bueno, no quiero extenderme más. Ojalá que algo de lo que he
dicho os pueda ayudar. Esa ha sido mi intención. Es como cuando un
padre o una madre despide a su hijo o hija en el tren que lo lleva hacia
su lugar de destino, y quiere darle el último consejo mientras el hijo se
asoma por la ventanilla.
Os deseamos lo mejor del mundo, de verdad. Sentíos orgullosos
de vosotros y de vuestra casa que ha sido el Colegio Antonio Machado.
Os vamos (y os voy) a echar mucho de menos, pero mucho. No hace
falta deciros que aquí nos tenéis para cualquier cosa que necesitéis.
Hasta siempre.