La existencia histórica de Jesús es fundamental para la fe cristiana porque los rituales y enseñanzas de la iglesia se basan en los evangelios que narran su vida, muerte y resurrección. Jesús es un modelo a seguir para los cristianos y confirmar su existencia histórica fortalece su fe. Aunque hay evidencia histórica de Jesús, la fe personal es lo que permite a los cristianos reconocerlo como el hijo de Dios.