1. GUERRA Y REVOLUCION
La guerra aparenta tener una gran relevancia en la actualidad visto a su disfrazada
justificación con planes de llegar hacia la libertad, en este sentido, Hannah Arendt hace
énfasis en que a pesar de ser la guerra una decisión por las armas, esta no conducirá hacia la
libertad, puesto que el termino de libertad solo será utilizada como argumento de eufemismo.
Por otro lado, también expone la capacidad que existe en la destrucción total mediante las
nuevas armas, sin embargo, se rescata la forma de disuasión que de algún modo evita la
guerra total.
La revolución francesa conllevo a un escenario de horror debido a la liberación que se sobre
entiende como poder moverse si restricciones, por lo tanto, se dio paso a una tiranía cuya
justificación era la libertad mal entendida, no era la misma libertad que en la Revolución
Americana, pues solamente se enfocaba en la “cosa social”.
En sobre la violencia, Arendt aborda el fenómeno del poder en relación con las revoluciones
y rebeliones, en tanto que entiende que éstas han mostrado en el transcurso del siglo XX que
violencia y poder no pueden identificarse. Los gobiernos poseen cada vez mayores
implementos que les aseguran un aumento de su capacidad de reprimir violentamente, pero,
a pesar de ello, en nuestro siglo las revoluciones y rebeliones siguieron llevándose a cabo a
un bajo estas condiciones extremadamente desventajosas. Esto se debe a que los gobiernos
no pueden sustentarse sólo en la violencia, sino que también, y fundamentalmente, necesitan
del poder que se manifiesta en las opiniones y en el respaldo de los ciudadanos. Cuando este
poder que sustenta a un gobierno se desintegra, se genera el espacio propicio para una
revolución, es decir, que la disminución del poder parece ser una característica que favorece
la emergencia de una revolución. Sin embargo, es necesario destacar que si bien la situación
revolucionaria surge cuando disminuye el poder que sustenta a los gobiernos, para que la
revolución se lleve a cabo es necesario el surgimiento de un nuevo poder que nace con la
irrupción de una acción concertada entre los hombres y un grupo de hombres preparados para
aprovechar la eventualidad y asumir las responsabilidades. En este sentido, la revolución
supone tanto la disminución del poder del gobierno instituido como el aumento del poder en
la calle.