El documento resume los impactos del terremoto de enero de 2010 en Haití, incluyendo las personas afectadas y daños a la infraestructura. También describe las respuestas locales organizadas para brindar ayuda humanitaria y los esfuerzos de solidaridad internacional para apoyar la soberanía alimentaria y fortalecer a las organizaciones locales. Concluye que la reconstrucción de Haití debe enfocarse no solo en lo físico sino también en lo moral, social y espiritual para reforzar el humanismo haitiano.