1. C
uando un mercado local se es-
tanca, no hay más alternativa
que echar la persiana o buscar
otros clientes allende las fron-
teras. Y eso mismo es a lo que es-
tánabocadasmilesdeempresas
si quieren subsistir en esta lar-
ga, larguísima, crisis en la que estamos inmersos.
Muchasyalohanhecho,ynolesvamal. Esaapues-
ta, aún hoy, es vista por muchos, y para desgracia
de nuestra economía, como remota. «¿Yo, una pe-
queña pyme, ir fuera para vender lo que ya no ven-
do en España?» Pues sí, no hay más remedio. O eso
o el cierre.
Es puro sentido común. Si el mercado local es-
tá estancado, hay que buscar nuevos clientes. Y ha-
berlos, haylos… pero fuera. Si nos remitimos a las
cifrasoficiales,lociertoesqueunbuennúmerode
empresas(pocas,encomparaciónconlasquedebe-
ríanestarhaciéndolo)yahanapostadoporlosmer-
cados internacionales. Las exportaciones siguen
creciendo y ya se ha superado la cifra anterior a la
crisis. Es decir, tras el parón del 2009, en el 2011 se
batió el record exportador: las empresas catalanas
de mercancías vendieron en el exterior por valor
de 55.500 millones de euros (un 14% más que en el
2010). Y en los primeros seis meses, el crecimiento
es de un 7% en términos interanuales.
Hasta aquí las buenas noticias: cada vez se ex-
porta más. Ahora bien, hay algunas reflexiones
que deberíamos tener muy presentes para refor-
zaresamarchayhacerlamássostenibleeneltiem-
po. La primera es la urgente necesidad de diversi-
ficar el patrón exportador. Se está haciendo, pero
hayqueaceleraresecambiosinoqueremosperder
oportunidades de negocio. Como muestra, un bo-
tón: Catalunya y España exportan más donde me-
nos crecimiento económico hay; esto es, a Euro-
pa. Alrededor del 75% de las ventas, mientras que
en Asia, epicentro del dinamismo de la economía
mundial, solamente el 8%. China, el país más po-
bladodelatierra,elpaísquedeslumbraporsucre-
cimiento,apenascomprael1,4%delasexportacio-
nes catalanas.
La segunda, la necesidad de ampliar la base ex-
portadora. De nada sirve que haya una serie de
grandes empresas muy conocidas que exporten a
los cinco continentes si la mayoría de pymes, las
que de verdad crean empleo masivo, siguen sin sa-
lir al exterior. La crisis ha obligado a muchas a sa-
lir, y se ha aumentado el número de empresas que
venden,perolacrisistambiénhaacabadoconmu-
chas otras. Así, tal y como recoge la última edición
de la Memòria económica de Catalunya, que cada año
edita el Consell General de Cambres de Catalunya,
el número de empresas que exportan con regula-
ridad ha descendido. Esto es particularmente alar-
mante en la coyuntura actual. Hay que buscar po-
líticas que incentiven la exportación y consolidar
esas posiciones en los mercados internacionales.
Enestesentido,lacitadamemoriadecíaalgoin-
teresante: las empresas con mayor dimensión ex-
portan mucho más. Y las empresas que tienen ca-
pital extranjero, también. Ergo, parece lógico que
el futuro pasa por propiciar un mayor dimensio-
namiento empresarial y abrir estas a la inversión
extranjera. No es tarea fácil, por eso mismo, una
buenamedidaesalentarlacolaboraciónentreem-
presas, algo que los italianos llevan muchos años
haciendo y no les va nada mal.
La tercera reflexión: dejar los experimentos pa-
ra la gaseosa. Se habla tanto de cambiar el modelo
de crecimiento. ¡Como si fuese tan fácil! Las expor-
tacionescatalanassecentran,sobretodo,enelsec-
tor químico, los bienes de equipo, la automoción
y el sector agroalimentario, un sector, por cierto,
muchas veces olvidado, pero que supone el 12% de
las exportaciones. De lo que se trata es de dotar de
más valor añadido a cualquier producto o servicio
y no ensoñarnos con nuevos sectores, muy mediá-
ticos ellos, pero en los que ahora, y solo ahora, em-
pezamos a asomar la cabeza. Si algo ha demostra-
do esta crisis es que la economía tradicional tiene
futuro.
Lacuartareflexiónescortayfácildeentender:si
conlaUEhemosconseguidotenerunabalanzaco-
mercial positiva es porque no somos tan malos co-
mo a veces creemos. En la coyuntura actual, el pe-
simismonosembarga.Puesbien,hayquecambiar
el chip. Hay que convencer a los más escépticos y
pesimistas de que se puede vender fuera.
Unúltimoapunte.DecíaAlejandroDumas,que
la unión hace la fuerza. Pues bien, los Gobiernos
central y autonómico a través del ICEX y ACC10,
las cámaras de comercio y las patronales tienen
sus planes de internacionalización, sus dotacio-
nes económicas para afianzar la presencia empre-
sarial en el exterior, pero a veces se comportan co-
mo en unos Juegos Olímpicos, compiten por col-
garse la medalla de quién ha patrocinado tal o
cual acción y/o misión. En el contexto actual, to-
dos deben remar en la misma dirección, al uníso-
no, en busca del bien común y no del mérito par-
ticular.Loimportanteesmaximizarloslimitados
recursos, que también se han visto recortados en
fechas recientes, para avanzar en la senda de la in-
ternacionalización de la economía del país, que
bien que la necesita, pues a día de hoy no hay me-
jor alternativa.
Hayfuturoyse
llamaexportación
Si el mercado local está estancado, hay que buscar nuevos clientes. Y estos, hoy por hoy, están fuera.
Para miles de empresas no hay más salida que salir a vender fuera. Eso, o echar la persiana. Pero para
reforzar la buena senda exportadora hay que diversificar el patrón y ampliar la base exportadora.
El75%delasventasexterioresde
CatalunyavanaEuropa.AChina,elpaís
máspobladodelatierrayquedeslumbra
porsucrecimiento,apenasel1,4%
Pelayo
CORELLA
ProfesordeESCI-UPF.
LicenciadoenGeografíae
Historia,yenPeriodismo.
DirectordelmásterenComercio
Exterior deESCIycodirector
delosmásteresenRetail
InternacionalyenMárketing
DigitalInternacional.
FERRAN NADEU
25 DE SEPTIEMBRE DEL 2012 7