La arquitectura paleocristiana se desarrolló entre los siglos I y VI d.C. y se caracterizó por el uso limitado de colores, representaciones de pocas figuras dirigidas al espectador, y el uso común de catacumbas y jerarquización de figuras. Algunos ejemplos notables incluyen la catacumba de Priscila, la basílica de Aquilea y el sarcófago de Junio Basso. La arquitectura bizantina prevaleció durante el Imperio Bizantino desde el siglo