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Historia de la música clásica
1. HISTORIA DE LA
MÚSICA CLÁSICA
ORÍGENES DE LA
MUSICA CLASICA
POR:AARON MENDIETA GRANDA
2. EL DESARROLLO DE LA MÚSICA:
Los siglos XVII y XVIII fueron el periodo formativo de la
música clásica y vieron nacer la opera y el oratorio, la sonata,
el concierto y la sinfonía. Los italianos fueron los primeros en
desarrollar estos géneros, pero les siguieron pronto los
alemanes, austriacos e ingleses.
Como en los siglos anteriores, muchos músicos dependían de
un mecenas: algún príncipe, algún eclesiástico bien provisto
de fondos, o un aristócrata. Los numerosos príncipes,
arzobispos y obispos cada uno con su propia corte,
proporcionaron los patrocinios que hicieron de Italia y
Alemania los adelantados musicales de Europa.
3. Muchas técnicas del estilo musical barroco, que dominaron Europa entre 1600 y
1750, fueron perfeccionadas por dos compositores, Bach y Haendel, quienes
brillaron como genios musicales. Johann Sebastian Bach (1685-1750) venía de una
familia de músicos; ocupó el puesto de organista y director musical en gran
número de pequeñas cortes germanas, antes de convertirse en el maestro de
capilla de la iglesia de Santo Tomás en Leipzig, en 1723. Allí compuso la Misa en si
menor, la Pasión según San Mateo y las cantatas y motetes que fijaron su
reputación corno uno de los más grandes compositores de todos los tiempos.
4. Formalización y contenido
La música clásica está hecha exclusivamente para ser oída, a diferencia de otras
músicas adjuntas a otras formas de entretenimiento (la música de cine a veces se
ejecuta en salas de concierto). Los conciertos de música clásica suelen tener una
atmósfera solemne, se espera que el público esté en silencio para evitar distraer al
músico y los oyentes. Los intérpretes de ordinario visten de manera formal, una
práctica vista como un gesto de respeto para la música y el público; y tampoco
interactúan directamente o bromean con el público. Lecturas privadas de música de
cámara pueden tener lugar en ocasiones domésticas más informales.
Como en las bellas artes, la música clásica aspira a comunicar una cualidad
trascendental de la emoción, que expresa algo universal acerca de la condición
humana. Si bien la expresión emocional no es una propiedad exclusiva de la música
clásica, esta honda exploración en la emoción permite que la mejor música clásica
alcance lo que ha sido denominado lo «sublime» en el arte. Muchos ejemplos
pueden citarse para demostrar esto. Por ejemplo, la musicalización del poema
de Friedrich Schiller «Oda a la Alegría» en la Novena sinfonía de Beethoven, que
suele interpretarse en actos de independencia nacional o de celebración, como
aquella famosa ocasión en que la dirigió Leonard Bernstein para celebrar la caída del
Muro de Berlín, y la tradición japonesa de tocarla para celebrar el Año Nuevo. Sin
embargo, otros compositores, como Iannis Xenakis, argumentan que el efecto
emocional de la música en los oyentes es arbitrario y que, por lo tanto, la
complejidad objetiva o el contenido de información de la pieza es lo supremo.
5. Interpretación
Los compositores clásicos aspiran imbuir a su música de una relación muy
profunda entre su contenido afectivo (emocional), y los medios con los
que lo logra. Muchas de las obras clásicas más elogiadas hacen uso del
desarrollo musical, el proceso por el que un germen, idea o motivo musical
es repetido en distintos contextos, o alterados de tal manera que la mente
del oyente, conscientemente o no, compara las diferentes versiones. Los
géneros clásicos de la forma sonata y la fuga emplean rigurosamente
formas de desarrollo musical. Generalmente, las obras de música clásica
muestran una gran complejidad musical gracias al uso que hace el
compositor del desarrollo, modulación (cambios
de tonalidad), variación antes que la exacta repetición, frases musicales
que no siempre tienen la misma longitud, contrapunto, polifonía y
una armonía sofisticada. Además, muchas obras clásicas bastante largas
(de 30 minutos a 3 horas) son construidas a partir de jerarquías de
unidades más pequeñas: las frases, los períodos, las secciones y
los movimientos. El análisis schenkeriano es una rama de la música que
intenta distinguir estos niveles estructurales
6. Influencias de la música popular
La música académica siempre ha sido influida por, o ha tomado material, de la música
popular. Los ejemplos incluyen música ocasional, como el uso por Brahms de canciones
estudiantiles para la bebida en su Obertura para un festival académico, géneros
ejemplificados por la Ópera de los tres centavos de Kurt Weill y la influencia del jazz en
la música de compositores de inicios y mediados del siglo XX, como Maurice Ravel.
Ciertos compositores clásicos posmodernos y postminimalistas reconocen su deuda con
la música popular. También hay muchos ejemplos de influencia en el otro sentido,
incluyendo canciones populares basadas en música clásica, el uso que se hizo
del Canon de Pachelbel desde los años setenta, el fenómeno del musical crossover, en el
que los músicos clásicos adquieren gran éxito en el terreno de la música popular (un
notable ejemplo es la serie de grabaciones Hooked on Classics hechas por la Orquesta
Filarmónica Real a inicios de los años ochenta). De hecho, puede argumentarse que el
género completo de la música de cine puede ser considerada parte de esta influencia,
dado que brinda la música orquestal a vastos públicos de cine meros que de otra
manera no escucharían semejante música (no obstante, la mayoría la escuchan
inconscientemente). Compositores de música clásica han hecho uso de la música
folclórica (música creado por músicos autodidactas, la mayoría de una pura tradición
oral). Algunos lo han hecho con una ideología nacionalista explícita, otros simplemente
la han explotado como parte de su material temático.
7. Notación musical
Desde la antigua Grecia (en lo que respecta a música occidental) existen formas
de notación musical. Sin embargo, es a partir de la música de la Edad
Media (principalmente canto gregoriano) que se comienza a emplear el sistema de
notación musical que evolucionaría al actual. En el Renacimiento cristalizó con los
rasgos más o menos definitivos con que lo conocemos hoy, aunque ―como todo
lenguaje― ha ido variando según las necesidades expresivas de los usuarios.
El sistema se basa en dos ejes: uno horizontal, que representa gráficamente el
transcurrir del tiempo, y otro vertical que representa gráficamente la altura del sonido.
Las alturas se leen en relación a un pentagrama (un conjunto de cinco líneas
horizontales) que al comienzo tiene una «clave» que tiene la función de atribuir a una
de las líneas del pentagrama una determinada nota musical. En un pentagrama
encabezado por la clave de sol en segunda línea nosotros leeremos como sol el sonido
que se escribe en la segunda línea (contando desde abajo), como la el sonido que se
escribe en el espacio entre la segunda y la tercera líneas, como si el sonido en la tercera
línea, etc. Para los sonidos que quedan fuera de la clave se escriben líneas adicionales.
Las claves más usadas son las de Do en tercera línea (clave que toma como referencia al
Do de 261,63 Hz, el do central del piano), la de Sol en segunda (que se refiere al Sol que
está una quinta por encima del do central), y la de fa en cuarta (referida al fa que está
una quinta por debajo del do central).