Este documento proporciona una introducción a la música clásica, incluida su historia, características y géneros principales. Explica que la música clásica se refiere principalmente a la música producida en Europa entre los siglos XI y XX, aunque sus características principales se codificaron entre 1550 y 1900. También describe brevemente los principales períodos históricos de la música clásica como el Renacimiento, el Barroco y el Clasicismo.
3. INTRODUCCION
La música clásica es la corriente musical que casa
principalmente la música producida o basada en las
tradiciones de la música litúrgica y secular de Occidente,
principalmente Europa Occidental. Abarca un periodo de
tiempo que va aproximadamente del siglo XI a la
actualidad, aunque esta definición no es aplicable a la
música realizada en el siglo XX a pesar de presentar las
mismas características,1si bien las principales características del género fueron
codificadas principalmente entre 1550 y 1900, que es habitualmente considerado como
el período característico de producción de la música clásica. En un sentido
historiográfico, la música clásica se divide en varios periodos: música antigua o
medieval, que abarca el periodo comprendido por la Baja Edad Media en Europa
(1000-1400); la música renacentista (1400-1600); la música barroca, que coincide con
desarrollo del arte barroco (1600-1750); el clasicismo (1750-1800), que en la Historia
de la música y la musicología es a veces llamado «música clásica»;2
el Romanticismo (1800-1910); y la música contemporánea, que comprende las distintas
corrientes de música clásica del siglo XX, que adopta la composición atonal y
disonante y otras tendencias opuestas a corrientes anteriores.
Debido tanto a sus características técnicas, a la creciente profesionalización de la
profesión de músico y compositor, y al contexto socio-cultural en el que se desarrolla
(bajo el patronazgo de aristocracia, iglesia y burguesía), la música clásica es
habitualmente definida como la música de tradición culta.3
En ese sentido, la música clásica se distingue de la
música "popular" y de otras formas musicales no
europeas por su característica notación musical
simbólica, en uso desde aproximadamente el siglo XVI.4
Dicha notación permite a los compositores prescribir de
forma detallada el tempo, la métrica, el ritmo, la altura y
la ejecución precisa de cada pieza musical. Esto limita el
espacio para la improvisación o la ornamentación ad libitum, que son frecuentes en la
4. música artística no-Europea y en la música popular.567 Otra característica es que
mientras la mayoría de los estilos «populares» tienden a desarrollarse alrededor del
género de las canciones, la música clásica se ha caracterizado por el desarrollo de
formas y géneros musicales altamente sofisticados y relajantes, y por el empleo de una
muy variada y compleja instrumentación.8 Por ello, la música clásica suele requerir de
tanto los músicos como los compositores un alto grado de profesionalización y
especialización.
El término música clásica aparece por primera vez a principios del siglo XIX, en un
intento para destacar el período como una edad dorada de la música.9110 En la
actualidad está asociado a la tradición de música culta y académica descrita arriba, y es
a veces sustituido por música culta o música académica para incidir en la existencia de
música de corte «clásico» (en oposición a contemporánea), en otros géneros como por
ejemplo la música rock (véase Rock clásico). Sin embargo, de forma popular, el
término música clásica suele reservarse casi en exclusiva para referirse al contenido de
este artículo.
INTERPRETACION
Los compositores clásicos aspiran imbuir a su música
de una relación muy profunda entre su contenido
afectivo (emocional), y los medios con los que lo logra.
Muchas de las obras clásicas más elogiadas hacen uso
del desarrollo musical, el proceso por el que un germen,
idea o motivo musical es repetido en distintos contextos,
o alterados de tal manera que la mente del oyente,
conscientemente o no, compara las diferentes versiones. Los géneros clásicos de la
forma sonata y la fuga emplean rigurosamente formas de desarrollo musical. (Ver
también Historia de la forma sonata). Generalmente, las obras de música clásica
muestran una gran complejidad musical gracias al uso que hace el compositor del
desarrollo, modulación (cambios de tonalidad), variación
antes que la exacta repetición, frases musicales que no
siempre tienen la misma longitud, contrapunto, polifonía
y una armonía sofisticada. Además, muchas obras
clásicas bastante largas (de 30 minutos a 3 horas) son
5. construidas a partir de jerarquías de unidades más pequeñas: las frases, los periodos, las
secciones y los movimientos. El análisis schenkeriano es una rama de la música que
intenta distinguir estos niveles estructurales.
NOTACIÓN MUSICAL
Desde la antigua Grecia (en lo que respecta a música
occidental) existen formas de notación musical. Sin
embargo, es a partir de la música de la Edad
Media (principalmente canto gregoriano) que se
comienza a emplear el sistema de notación musical que
evolucionaría al actual. En el Renacimiento cristalizó
con los rasgos más o menos definitivos con que lo
conocemos hoy, aunque ―como todo lenguaje― ha ido variando según las necesidades
expresivas de los usuarios.
El sistema se basa en dos ejes: uno horizontal, que representa gráficamente el transcurrir
del tiempo, y otro vertical que representa gráficamente la altura del sonido. Las alturas
se leen en relación a un pentagrama (un conjunto de cinco líneas horizontales) que al
comienzo tiene una «clave» que tiene la función de atribuir a una de las líneas del
pentagrama una determinada nota musical. En un pentagrama encabezado por la clave
de sol en segunda línea nosotros leeremos como sol el sonido que se escribe en la
segunda línea (contando desde abajo), como la el sonido que se escribe en el espacio
entre la segunda y la tercera líneas, como si el sonido en la tercera línea, etc. Para los
sonidos que quedan fuera de la clave se escriben líneas adicionales. Las claves más
usadas son las de Do en tercera línea (clave que toma como referencia al Do de 261,63
Hz, el do central del piano), la de Sol en segunda (que se refiere al Sol que está una
quinta por encima del do central), y la de fa en cuarta (referida al fa que está
una quinta por debajo del do central).
El discurso musical está dividido en unidades iguales de
tiempo llamadas compases: cada línea vertical que
atraviesa el pentagrama marca el final de un compás y el
comienzo del siguiente. Al comienzo del pentagrama
habrá una fracción con dos números; el número de arriba
indica la cantidad de tiempos que tiene cada compás; el
6. número de abajo nos indica cuál será la unidad de tiempo.
Para escribir las duraciones se utiliza un sistema
de figuras musicales: la redonda (representada como un
círculo blanco), la blanca (un círculo blanco con un
palito vertical llamado plica), la negra (igual que la
blanca pero con un círculo negro), la corchea (igual que
la negra pero con un palito horizontal que comienza en
la punta de la plica), la semicorchea (igual que la
corchea pero con dos palitos horizontales), etc. Cada una vale la mitad de su antecesora:
la blanca vale la mitad que una redonda y el doble que una negra, etc.
Las figuras son duraciones relativas; para saber qué figura es la unidad de tiempo en
determinada partitura, debemos fijarnos en el número inferior de la indicación del
compás: si es 1, cada redonda corresponderá a un tiempo; si es 2, cada blanca
corresponderá a un tiempo; si es 4, cada tiempo será representado por una negra, etc.
Así, una partitura encabezada por un 3/4 estará dividida en compases en los que entren
tres negras (o seis corcheas, o una negra y cuatro corcheas, etc.); un compás de 4/8
tendrá cuatro tiempos, cada uno de ellos representados por una corchea, etc.
Para representar los silencios, el sistema posee otros signos que representan un silencio
de redonda, de blanca, etc.
Como se ve, las duraciones están establecidas según una
relación binaria (doble o mitad), lo que no prevé la
subdivisión por tres, que será indicada con «tresillos».
Cuando se desea que a una nota o silencio se le agregue
la mitad de su duración, se le coloca un punto a la
derecha (puntillo). Cuando se desea que la nota dure,
además de su valor, otro determinado valor, se escriben
dos notas y se las une por medio de una línea arqueada llamada ligadura de
prolongación.
En general, las incapacidades del sistema son subsanadas apelando a palabras escritas
más o menos convencionales, generalmente en italiano. Así, por ejemplo,
las intensidades se indican mediante el uso de una f (forte, fuerte) o una p (piano,
suave), o varias efes y pes juntas. La velocidad de los pulsos o tempo se indica con
7. palabras al comienzo de la partitura que son, en orden de
velocidad: largo, lento, adagio, moderato, andante, allegro, presto.
INSTRUMENTACION
Los compositores clásicos aspiran imbuir a su música de
una relación muy profunda entre su contenido afectivo
(emocional), y los medios con los que lo logra. Muchas
de las obras clásicas más elogiadas hacen uso del
desarrollo musical, el proceso por el que un germen, idea
o motivo musical es repetido en distintos contextos, o
alterados de tal manera que la mente del oyente,
conscientemente o no, compara las diferentes versiones. Los géneros clásicos de
la forma sonata y la fuga emplean rigurosamente formas de desarrollo musical. (Ver
también Historia de la forma sonata). Generalmente, las obras de música clásica
muestran una gran complejidad musical gracias al uso que hace el compositor
del desarrollo, modulación (cambios de tonalidad), variación antes que la
exacta repetición, frases musicales que no siempre tienen la misma
longitud, contrapunto, polifonía y una armonía sofisticada. Además, muchas obras
clásicas bastante largas (de 30 minutos a 3 horas) son construidas a partir de jerarquías
de unidades más pequeñas: las frases, los periodos, las secciones y los movimientos.
El análisis schenkeriano es una rama de la música que intenta distinguir estos niveles
estructurales.
Mientras que el temperamento igual fue gradualmente
aceptado como el sistema de afinación en el siglo XVIII,
otros tipos de temperamento, de origen histórico, se
emplean a menudo en la música de períodos anteriores al
Barroco tardío; El clave bien temperado de Johann
Sebastian Bach es utilizado como referencia temporal
para indicar el comienzo de ese cambio de temperamento. Por ejemplo, la música del
Renacimiento inglés se acostumbra a ejecutar con el temperamento medio.
FORMALIZACIÓN
La música clásica está hecha exclusivamente para ser
oída, a diferencia de otras músicas adjuntas a otras
8. formas de entretenimiento (la música de cine a veces se ejecuta en salas de concierto).
Los conciertos de música clásica suelen tener una atmósfera solemne, se espera que el
público esté en silencio para evitar distraer al músico y los oyentes. Los intérpretes de
ordinario visten de manera formal, una práctica vista como un gesto de respeto para la
música y el público; y tampoco interactúan directamente o bromean con el público.
Como en las bellas artes, la música clásica aspira a comunicar una cualidad
trascendental de la emoción, que expresa algo universal acerca de la condición humana.
Si bien la expresión emocional no es una propiedad exclusiva de la música clásica, esta
honda de exploración en la emoción permite que la mejor música clásica alcance lo que
ha sido denominado lo «sublime» en el arte. Muchos ejemplos pueden citarse para
demostrar esto. Por ejemplo, la musicalización del poema de Friedrich Schiller «Oda a
la Alegría» en la Novena sinfonía de Beethoven, que suele interpretarse en actos de
independencia nacional o de celebración, como aquella famosa ocasión en que la
dirigió Leonard Bernstein para celebrar la caída del Muro de Berlín, y la tradición
japonesa de tocarla para celebrar el Año Nuevo. Sin embargo, otros compositores,
como Iannis Xenakis, argumentan que el efecto emocional de la música en los oyentes
es arbitrario y que, por lo tanto, la complejidad objetiva o el contenido de información
de la pieza es lo supremo.
A lo largo de la historia, los padres se aseguraron de que
sus hijos fuesen instruidos en la música culta desde muy
temprana edad. Una experiencia musical temprana daba
las bases para un estudio serio posterior. Para aquellos
que deseaban ser ejecutantes, cualquier instrumento es
prácticamente imposible de aprender a nivel profesional
si, o al menos un instrumento similar, no eran
aprendidos desde la infancia. Algunos padres buscaban la enseñanza musical por
razones sociales o en un esfuerzo por impartirles un útil sentido de la autodisciplina; las
lecciones parecen mostrar también un incremento en el desempeño académico. Se
considera además, que el conocimiento de las obras de la música clásica es parte de una
buena cultura general.
COMPOSITORES EN LA HISTORIA DE LA MÚSICA CLÁSICA
EL RENACIMIENTO
9. Durante los siglos XV y XVI se produjo un movimiento
cultural sin precedentes en Europa Occidental. Una
transición entre la Edad Media y la Edad Moderna en la
que la imprenta posibilitó que los compositores pudieran
imprimir sus obras, contribuyendo así a la difusión
musical.
En esta época aparecen
los sostenidos, bemoles y becuadros. Claudio Monteverdi es clave en esta transición. De
sus obras han trascendido piezas musicales de tres a seis voces que cuentan una historia
laica, llamadas madrigales. Y qué decir de La fábula de Orfeo, que se considera la
primera ópera de la historia.
EL BARROCO
Esta época está caracterizada por fuertes disputas
religiosas entre países católicos y protestantes, así como
marcadas diferencias políticas entre Estados absolutistas
y parlamentarios. La música clásica busca en esta época
la oposición en el ritmo, en los matices, en la sonoridad
o en los instrumentos. Además, surge la orquesta con
instrumentos agrupados por familias: cuerda, viento y a
veces percusión.
El alemán Friedrich Händel dedicó su carrera a obras instrumentales y vocales en
inglés, poniendo música a los grandes eventos de la corte, como la Música acuática,
compuesta para los paseos en barco por el Támesis del rey Jorge I o la Música para los
reales fuegos de artificio. El Mesías es una de las piezas fundamentales de la música
sacra de todos los tiempos.
En El Barroco también hay que destacar a Antonio
Vivaldi, autor de las inmortales Las cuatro
estaciones. Vivaldi compuso más de 700 obras, entre
ellas 46 óperas y más de 400 conciertos.
10. Llegando al final de la época barroca nos encontramos al considerado por muchos como
el más grande compositor de todos los tiempos, Johann Sebastián Bach. El arte de la
fuga, El clave bien temperado y Pasión según San Mateo son algunas de sus obras
más notables.
El calado que el músico alemán representó para su época fue tal, que a su muerte en
1750 se consideró finalizada la era barroca en la música.
EL CLASICISMO DE LA ILUSTRACIÓN
La Ilustración se caracterizó por su declarada finalidad de disipar las tinieblas de la
ignorancia de la humanidad mediante las luces del conocimiento y la razón. Los ideales
de igualdad, libertad y fraternidad también llegaron a la música de la mano de El
Clasicismo.
En esta época se dejan atrás las florituras y artificios del
barroco, pasando a la búsqueda de la
agradabilidad. Joseph Haydn fue uno de los músicos
más influyentes del clasicismo. El austriaco se hizo
famoso con sus cuartetos de cuerda, logrando grandes
aportaciones al desarrollo de la sinfonía, que a partir de
entonces se comenzó a estructurar en cuatro
movimientos.
Incluso el talentoso Haydn se rindió a uno de los mayores genios musicales de la
humanidad, Wolfang Amadeus Mozart. Mozart compuso una obra original y poderosa
que abarcó géneros tan distintos como la ópera bufa, la música sacra y las sinfonías.
Mozart prefiguró la sensibilidad romántica y fue, junto con Händel, uno de los primeros
compositores que intentaron vivir al margen del mecenazgo de nobles y religiosos.
ROMANTICISMO
Dentro de este movimiento que confiere prioridad a los
sentimientos, la música clásica se erigió como defensora
de la libertad creadora del artista. El Romanticismo
musical se inicia con la 1ª Sinfonía de Ludwig van
11. Beethoven, considerado el primer artista independiente. Tras una etapa de éxitos,
denominada ‘década heroica’, Beethoven sufrió una profunda sordera, relegando su
música a un pequeño número de expertos.
Con un Romanticismo ya avanzado, Fredéric Chopin se erige como el mejor intérprete
del instrumento romántico por excelencia, el piano. El compositor polaco exploró un
estilo intrínsecamente poético, de un lirismo tan refinado como sutil, que aún no ha sido
igualado.
Cuando el Romanticismo llegaba a su fin, Richard Wagner regaló a sus
contemporáneos unas obras dotadas de gran expresividad. En sus óperas, cada personaje
tenía una tonalidad distinta. La música estaba al servicio de la expresión dramática.
Con los compositores buscando un lenguaje único, Wagner buscó que las distintas artes
de una ópera tuvieran la misma importancia Él mismo escribió el libreto y diseñó la
escenografía de, entre otras, El anillo de los Nibelungos o Tristán e Isolda, sentando las
bases del teatro contemporáneo.
LA MÚSICA CLÁSICA DEL SIGLO XX
Con la dispersión y variedad de movimientos musicales,
unido al uso de melodías y ritmos poco convencionales,
se produjo el consecuente rechazo de la tonalidad
clásica.
Pero hoy día, si la música clásica está más viva que
nunca es gracias a compositores como Claude
Debussy (Preludio a la siesta de un fauno), Ígor
Stravinsky (La consagración de la primavera), Sergei Prokofiev (ballet Romeo y
Julieta) o Dmitri Shostakóvich (su Sinfonía nº 1 está considerada una obra maestra por
su vanguardismo estilístico).
WebSite
https://sites.google.com/site/iniciodelamusicaclasica/historia-de-la-musica-clasica