El propósito de esta lección es afirmar que el amor de Dios nos salva de los peligros que podamos enfrentar en nuestras vidas. El amor de Dios le lleva a protegernos, a guardarnos del mal. Las personas de fe podemos vivir confiadas, sabiendo que Dios está dispuesto a salvarnos del mal y de sus consecuencias. Por eso, damos gracias a Dios con alegría.