El ábaco, inventado en 3500 a.C., fue la primera máquina de cálculo, simplificando operaciones aritméticas básicas. La necesidad de realizar cálculos más grandes y rápidos llevó al desarrollo de calculadoras mecánicas en 1832 y máquinas censadoras con tarjetas perforadas en 1887. En 1944, se creó el ordenador electromecánico MARK I basado en las ideas de Charles Babbage, y en 1945 el ENIAC de válvulas, más rápido que el MARK I aunque propenso