El documento resume la evolución histórica del debate entre la ciencia y la superstición religiosa en torno a dos avances médicos: los pararrayos y la anestesia. En ambos casos, la evidencia científica terminó imponiéndose sobre la oposición inicial de la iglesia, aunque la batalla en torno a la teoría de la evolución planteó un desafío mayor debido a sus implicaciones para la concepción religiosa del ser humano.