Los hongos tibetanos tienen un poder sanador para una amplia gama de enfermedades al restaurar el equilibrio del cuerpo y permitir que se autorecobre, en lugar de atacar directamente las enfermedades como los medicamentos alopáticos. Absorben el azúcar para su desarrollo y producen un probiótico benéfico al beberse el agua. Ayudan a eliminar toxinas que roban la salud y causan desequilibrios que dan lugar a enfermedades, por lo que restaurar las condiciones de equilibrio es