El humor facilita que las personas acepten y se concentren en sus propios problemas personales sin que les afecten o les impidan funcionar ante los demás. El humor sirve como una defensa consistente e inconsistente que nos permite tolerar mejor nuestra conciencia al quitar los efectos desagradables. El humor, ya sea activo al ser ocurrente y divertido o pasivo al reírse de las ocurrencias ajenas, ayuda a mantener una mente joven y sana.