Aquí os dejo una breve historia sobre una situación de gran complejidad ética a la que me tuve que enfrentar en mi vida profesional y personal al mismo tiempo.

1. B. Describe la situación de mayor complejidad ética a la cual te hayas enfrentado en tu vida
profesional o académica y cómo tu aportación ayudó a solucionarla.
AMISTAD Y TRABAJO.
UNA COMBINACION PELIGROSA
Por muchos años que puedas estar trabajando junto a aquella persona en quien más confías, es bueno
recordar que existe la posibilidad de que en algún momento discrepéis de manera brusca, ya sea en
una operación a realizar por la empresa o bien cualquier asunto de inversión o coordinación, de
manera que ese vínculo o amistad que os unía desaparezca.
En mi caso no fue tan exagerado, pero sí que es cierto que la relación que mantenía con un buen
amigo se enfrió bastante. Todo empezó en febrero de 2017, ya había terminado exámenes y me
esperaba un segundo cuatrimestre muy relajado, así que decidí buscar trabajo para conseguir algunos
ahorros. Mientras lo comentaba con unos amigos, uno de ellos me contó que, junto a sus hermanos,
iban amontar un restaurante y me ofreció la oportunidad de trabajar como camarero. Mi amigo y sus
hermanos formaron una sociedad con otros dos socios, uno de ellos se encargaba de la dirección del
restaurante y el otro de la administración del mismo. Los primeros días hice muy buena relación tanto
con ellos como con el resto del personal y tras varios meses trabajando tuve que dejarlo para poder
centrarme bien en mis estudios. El problema vino cuando les informe a mis jefes que quería dejar de
trabajar un mes antes de lo previsto, que al parecer no les sentó del todo bien, y a la hora de recibir el
sueldo y el finiquito (de esto se encargaban los otros socios) la cantidad no fue la esperada sino que
me estaban pagando menos de lo que debían.
A pesar de que eran los otros dos socios los que se encargaban de la gestión del personal, si quería
reclamar las cantidades que me debían, era necesario acudir a un abogado y demandar tanto a los
socios como a mi amigo y sus hermanos, y esto traería consecuencias en nuestra amistad. Al no
tratarse de una cantidad muy elevada decidí aparcar a un lado el tema. No obstante, al comentar lo
sucedido con otros camareros con los que había trabajado, me dijeron que también habían tenido
algunos problemas a la hora de recibir la nómina, y eso fue lo que me hizo enfrentarme a mis amigos y
tratar de recuperar mi dinero por encima de todo. Me dirigí a la oficina para hablarlo con los jefes y
comentarles que no estaba de acuerdo con el importe de la nomina, a lo que respondieron de forma
burlesca insinuando que no conseguiría nada por mucho que recurriese. Después de esa conversación
tuve claro lo que tenía que hacer. Al tiempo, tras plantearles el caso al asesor laboral de mi padre y a
un abogado amigo de mi familia, ambos se pusieron de mi parte y demostraron que se me debía más
dinero del que recibí por los siguientes conceptos: salario base, horas extra, plus de transporte y las
pagas extra de verano y de navidad.
Ante este conflicto personal en el trabajo, creo que mi aportación ha sido:
1) Informarme: Acudir a dos profesionales para que me informaran de cuales eran mis derechos.
2) Iniciar los trámites legales para reclamar el dinero que se me debía. Para esto he presentado la
demanda de conciliación a la que estoy citado el día 12 de marzo.