El Imperio Bizantino surgió en 395 d.C. tras la división del Imperio Romano entre Occidente y Oriente. Gobernado desde Constantinopla, conservó la cultura greco-romana y el cristianismo ortodoxo. Llegó a su máxima expansión bajo Justiniano en el siglo VI, aunque enfrentó crisis religiosas como el cisma de 1054 que dio origen a la Iglesia Ortodoxa. Finalmente cayó en 1453 cuando los turcos otomanos conquistaron Constantinopla, poniendo fin