En Colombia 8 millones de personas sufren de hambre, un problema estructural asociado a la desigualdad, la corrupción y el conflicto armado. El hambre se encuentra en regiones afectadas por la violencia como el Chocó y el sur de Bogotá, donde la población tiene capacidad limitada para producir alimentos. Para ayudar, debemos ser almas solidarias y gentiles con personas necesitadas en lugar de juzgarlas.