Este poema reflexiona sobre la fugacidad de la vida y la certeza de la muerte a través de tres estrofas. El poeta insta al alma y la mente a despertar y contemplar cómo la vida se pasa rápidamente y la muerte llega en silencio, y cómo los placeres se desvanecen pero los dolores permanecen en la memoria, haciendo que cualquier tiempo pasado parezca mejor que el presente.