La PNL (programación neurolingüística) estudia la estructura de la experiencia subjetiva y funciona como un modelo científico, no como una teoría. Se basa en procedimientos cuya utilidad determina su valor, y no plantea teorías sobre la personalidad u otros temas, aunque cada persona puede aplicar sus técnicas desde su propia perspectiva. La PNL no implica técnicas nuevas sino el conocimiento y uso adecuado del propio código de comunicación para lograr resultados positivos en diferentes ámbitos de manera efectiva.