El sistema inmunitario está compuesto de tejidos, órganos y células especializadas que defienden al organismo de agentes externos e internos. Existen dos tipos de inmunidad: la innata, con la que nacemos, y la adquirida, que desarrollamos a lo largo de la vida. La inmunidad innata actúa de forma inmediata a través de barreras como la piel y las mucosas, mientras que la inmunidad adquirida es más específica y tarda más en activarse, involucrando linfocitos