2. INDICE
EL CURIOSO CASO DE PHINEAS GAGE Y LA BARRA DE METAL EN LA CABEZA ................... 1
EL PAPEL DE LAS EMOCIONES EN NUESTRAS VIDAS............................................................... 2
INTELIGENCIA EMOCIONAL POR DANIEL GOLEMAN ............................................................ 3
LA INTELIGENCIA MÁS ALLÁ DEL INTELECTO...................................................................... 4
MEDIDOR EMOCIONAL ............................................................................................................. 5
MEDIDOR EMOCIONAL ............................................................................................................. 6
INTELIGENCIA EMOCIONAL SEGÚN SALOVEY Y MAYER MEDIDOR EMOCIONAL ................ 7
UNA HABILIDAD PRÁCTICA MEDIDOR EMOCIONAL ............. 8
3. EL PAPEL DE LAS EMOCIONES EN
NUESTRAS VIDAS
En términos prácticos, esto significa ser consciente
de las emociones que se hallan tras nuestro compor-
tamiento, así como en impacto que ejercen en las de-
más personas (positiva y negativamente), además de
aprender cómo manejar esas emociones, tanto nues-
tras como los otros, especialmente cuando estamos
bajo presión.
La capacidad de expresar y controlar nuestras emo-
ciones es esencial, pero también lo es nuestra capaci-
dad para comprender, interpretar y responder a las
emociones de los demás. Imaginemos un mundo en
el que no se pudiera entender cuando un amigo se
siente triste o cuando un compañero de trabajo está
enojado. Los psicólogos se refieren a esta capacidad
como la Inteligencia Emocional, y algunos expertos
sugieren incluso que puede ser más importante que el
coeficiente intelectual
Los cuatro factores de Inteligencia Emocional
Salovey y Mayer propusieron un modelo que identifica
cuatro factores diferentes de la Inteligencia Emocional
y que son: la percepción emocional, la capacidad de
razonar usando las emociones, la capacidad de com-
prender las emociones y la capacidad de manejar las
emociones.
1. Percibir las emociones
El primer paso en la comprensión de las emociones es
percibirlas con precisión. En muchos casos, esto po-
dría implicar la comprensión de las señales no verbales
como el lenguaje corporal y las expresiones faciales.
2. Razonar con las emociones
El siguiente paso consiste en utilizar las emociones para
promover el pensamiento y la actividad cognitiva. Las
emociones ayudan a priorizar aquello a lo que es prio-
ritario prestar atención y por tanto reaccionar, respon-
diendo de este modo emocionalmente a las cosas que
captan nuestra atención.
3. Comprensión de las emociones
Las emociones que percibimos pueden tener a una
gran variedad de significados. Si alguien está expresan-
do emociones de ira, el observador debe interpretar la
causa de su ira y lo que podría significar. Por ejemplo,
si nuestro jefe está actuando de manera airada, podría
significar que está insatisfecho con nuestro trabajo, o
tal vez que tiene un exceso de carga laboral o que ha
estado discutiendo con su esposa por la mañana.
4. Gestión de las emociones
La capacidad de gestionar con eficacia las emociones es
una parte crucial de la Inteligencia Emocional. La regu-
lación de las emociones, responder de manera apropia-
da, y saber cómo y cuando responder a las emociones
de los demás, son todos aspectos importantes de la ges-
tión emocional.
Breve cronología de la Inteligencia
Emocional
1930 – Edward Thorndike describe el concepto de «in-
teligencia social» como la capacidad de llevarse bien
con otras personas.
1940 – David Wechsler sugiere que los componentes
afectivos de la inteligencia pueden ser esenciales para
el éxito en la vida.
1950 – Los psicólogos humanistas como Abraham
Maslow describen cómo la gente puede construir su
fuerza emocional.
1975 – Howard Gardner publica “La mente rota”, donde
introduce el concepto de las Inteligencias Múltiples.
1985 – Wayne Payne introduce el término Inteligencia
Emocional en su tesis doctoral titulada «Un estudio de
la emoción: el desarrollo de la inteligencia emocional».
1990 – Los psicólogos Peter Salovey y John Mayer pu-
blican su artículo de referencia, «Inteligencia Emocio-
nal», en la revista La imaginación, la cognición y la per-
sonalidad.
1995 – El concepto de Inteligencia Emocional se popu-
larizó después de la publicación del libro del psicólogo
Daniel Goleman “La Inteligencia Emocional”. Este libro
se mantuvo durante un año y medio en la lista de los
libros más vendidos según el The New York Times.
En 2006, ya se habían vendido alrededor de 5.000.000
de ejemplares en treinta idiomas diferentes, y ha sido
best seller en numerosos países.
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EL CURIOSO CASO DE PHINEAS GAGE Y
LA BARRA DE METAL EN LA CABEZA
En el mes de septiembre de 1848, la vida de un joven
capataz de la línea de ferrocarriles dio un vuelco a
partir de un terrible accidente laboral.
En ese momento, su trabajo consistía en volar rocas
con explosivos para permitir así el paso de las vías de
tren, y necesitaba para ello colocar pólvora y arena
en un agujero perforado en la piedra.
Phineas Gage: un caso de estudio
Lamentablemente, un error en el procedimiento hizo
que, cuando este obrero intentaba compactar la pól-
vora colocada en la cavidad utilizando una barra de
metal, saltase una chispa.
La explosión de la mezcla se produjo a escasos cen-
tímetros de la cara del joven y, como resultado, la
barra de metal de un metro de longitud y unos tres
centímetros de diámetro le atravesó el cráneo antes
de aterrizar a más de veinte metros de donde se en-
contraba inicialmente.
Phineas Gage, pues este era el nombre del obrero, re-
cobró la consciencia unos minutos más tarde con un
agujero que trazaba una diagonal desde una de sus
mejillas hasta la parte superior de la cabeza, justo
encima de la frente.
Gran parte de sus lóbulos frontales del cerebro ha-
bían dejado de existir como tales. Sin embargo, Phi-
neas Gage no sólo sobrevivió a esta experiencia, sino
que fue capaz de recobrar la mayor parte de sus habi-
lidades mentales y pasó a la historia como uno de los
casos más estudiados en los campos de la psicología,
la medicina y las neurociencias.
¿Posible Síndrome Prefrontal?
Hoy en día se cree que el cambio de personalidad de
Phineas Gage puede ser, en realidad, un ejemplo de
Síndrome Prefrontal, originado por la alteración del
funcionamiento de los lóbulos frontales.
La zona frontal del cerebro tiene un importante papel
a la hora de vincular motivaciones presentes a obje-
tivos futuros, lo cual incluye la posibilidad de situar
las metas a largo plazo, la capacidad para renunciar
a recompensas inmediatas en favor de proyectos más
ambiciosos y la facultad de tener en cuenta las con-
secuencias que los propios actos tienen sobre la gente
que nos rodea y, en general, la sociedad.
Esto explicaría que el nuevo estilo de comportamien-
to del Phineas Cage que había sufrido el accidente
con la barra de metal se pareciera en algunos aspec-
tos al repertorio de conductas esperables en alguien
con personalidad psicopática.
Los psicópatas también parecen mostrar dinámicas
de activación neuronal en los lóbulos frontales distin-
tas al resto de la población, pero en el caso de Gage
esto estaría producido por la reorganización de las
neuronas tras haberse lesionado el encéfalo.
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4. 43
El concepto de Inteligencia Emocional ha llega-
do a prácticamente todos los rincones de nues-
tro planeta, en forma de tiras cómicas, progra-
mas educativos, juguetes que dicen contribuir a
su desarrollo o anuncios clasificados de personas
que afirman buscarla en sus parejas. Incluso la
UNESCO puso en marcha una iniciativa mundial
en 2002, y remitió a los ministros de educación de
140 países una declaración con los 10 principios
básicos imprescindibles para poner en marcha
programas de aprendizaje social y emocional.
El mundo empresarial no ha sido ajeno a esta
tendencia y ha encontrado en la inteligencia
emocional una herramienta inestimable para
comprender la productividad laboral de las per-
sonas, el éxito de las empresas, los requerimien-
tos del liderazgo y hasta la prevención de los de-
sastres corporativos.
No en vano, la Harvard Business Review ha llega-
do a calificar a la inteligencia emocional como
un concepto revolucionario, una noción arrolla-
dora, una de las ideas más influyentes de la dé-
cada en el mundo empresarial.
Revelando de forma esclarecedora el valor sub-
estimado de la misma, la directora de investiga-
ción de un head hunter ha puesto de relieve que
los CEO son contratados por su capacidad inte-
lectual y su experiencia comercial y despedidos
por su falta de inteligencia emocional.
Las emociones en el cerebro
El diseño biológico que rige nuestro espectro
emocional no lleva cinco ni cincuenta gene-
raciones evolucionando; se trata de un siste-
ma que está presente en nosotros desde hace
más de cincuenta mil generaciones y que ha
contribuido, con demostrado éxito, a nues-
tra supervivencia como especie. Por ello, no
hay que sorprenderse si en muchas ocasiones,
frente a los complejos retos que nos presen-
ta el mundo contemporáneo, respondamos
instintivamente con recursos emocionales
adaptados a las necesidades del Pleistoceno.
En esencia, toda emoción constituye un im-
pulso que nos moviliza a la acción. La propia
raíz etimológica de la palabra da cuenta de
ello, pues el latín movere significa moverse y el
prefijo e denota un objetivo.
Inteligencia Emocional
por Daniel Goleman
LA INTELIGENCIA MÁS ALLÁ DEL INTELECTO
Diversos estudios de largo plazo han ido obser-
vando las vidas de los chicos que puntuaban
más alto en las pruebas intelectivas o han com-
parado sus niveles de satisfacción frente a cier-
tos indicadores (la felicidad, el prestigio o el éxi-
to laboral) con respecto a los promedios. Todos
ellos han puesto de relieve que el coeficiente
intelectual apenas si representa un 20% de los
factores determinantes del éxito.
El 80% restante depende de otro tipo de varia-
bles, tales como la clase social, la suerte y, en
gran medida, la inteligencia emocional. Así, la
capacidad de motivarse a sí mismo, de perse-
verar en un empeño a pesar de las frustracio-
nes, de controlar los impulsos, diferir las gratifi-
caciones, regular los propios estados de ánimo,
controlar la angustia y empatizar y confiar en los
demás parecen ser factores mucho más deter-
minantes para la consecución de una vida ple-
na que las medidas del desempeño cognitivo.
Tal como sucede con las matemáticas o la lec-
tura, la vida emocional constituye un ámbito
que se puede dominar con mayor o menor peri-
cia. A menudo se nos presentan en el mundo su-
jetos que evocan la caricatura estereotípica del
intelectual con una asombrosa capacidad de
razonamiento, pero completamente inepto en
el plano personal. Quienes, en cambio, gobier-
nan adecuadamente sus sentimientos, y saben
interpretar y relacionarse efectivamente con los
sentimientos de los demás, gozan de una situa-
ción ventajosa en todos los dominios de la vida,
desde el noviazgo y las relaciones íntimas hasta
la comprensión de las reglas tácitas que deter-
minan el éxito en el ámbito profesional.
5. 65
Tanto el Personal del centro como
profesores y estudiantes experimen-
tan una gran variedad de emocio-
nes a lo largo del día. Estas emocio-
nes
pueden ayudar o empeorar su ren-
dimiento laboral o académico.
Sin embargo, cuando preguntamos
”¿Cómo te encuentras?”, la mayo-
ría de nosotros respondemos con
una respuesta simple como, “Bien”
o “No estoy mal”
LAS EMOCIONES INFLUYEN EN LA
ATENCIÓN,MEMORIA, APRENDIZAJE
Y TOMA DE
DECISIONES
Las emociones influyen en la aten-
ción, la memoria, el aprendizaje y
la toma de decisiones. Por ello, es
importante tantos para estudiantes
como para profesores, reconocer
cómo se sienten, comunicar esa in-
formación emocional de manera
efectiva y regular sus emociones.
De esta manera, se podrá maximizar
el proceso de enseñanza y aprendi-
zaje.
El Medidor Emocional es una herra-
mienta que ayuda a toda la comu-
nidad educativa a alcanzar dichos
objetivos.
Basado en décadas de investiga-
ción, el Medidor Emocional repre-
senta los dos componentes de las
emociones: agrado y energía.
El eje x describe cómo de agrada-
ble es lo que se está sintiendo, en un
rango que va de desagradable a
agradable.
El eje y representa el nivel de
energía, en un rango que va de
baja a alta.
El Medidor Emocional ayuda a estu-
diantes, profesores, personal de ad-
ministración del centro y familias, a
desarrollar consciencia de sus emo-
ciones sobre sí mismos y sobre los
demás.
Esta herramienta además ayuda a
tomar consciencia sobre cómo las
emociones influyen en el pensa-
miento, motivación, objetivos dia-
rios y comportamiento.
En la última década, se han desarro-
llado numerosas actividades para
ayudar tanto a estudiantes como a
profesores, a perfeccionar sus habi-
lidades RULER:
1. Reconocimiento emocional: De-
sarrollando consciencia sobre las
emociones propias y de los demás
2. Comprensión emocional: Au-
mentando el conocimiento sobre
las causas y consecuencias de las
emociones
3.Etiquetado emocional: Amplian-
do el vocabulario necesario para
describir las emociones
4. Expresión emocional: Aprendien-
do cómo expresar las emociones de
manera precisa y apropiada
5. Regulación emocional: Adqui-
riendo estrategias para manejar las
emociones de manera efectiva
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inteligencia emocional según Salovey y Mayer
SALOVEY ES UN PROFESOR DE LA UNIVERSI-
DAD DE YALE, MIENTRAS QUE MAYER ERA UN
ESTUDIANTE DE POST – DOCTORADO EN ESTA
ÉPOCA. INVESTIGARON JUNTOS Y PUBLICA-
RON NUMEROSOS ARTÍCULOS SOBRE EL TEMA.
A PESAR DE ELLO, MUCHA GENTE LE ATRIBU-
YE EL CONCEPTO A SU MEJOR DIVULGADOR,
DANIEL GOLEMAN: POPULARIZÓ EL CONCEP-
TO DE INTELIGENCIA EMOCIONAL SEGÚN SA-
LOVEY Y MAYER EN 1996, TRAS PUBLICAR UN
LIBRO LLAMADO INTELIGENCIA EMOCIONAL:
POR QUÉ ES MÁS IMPORTANTE QUE EL CO-
CIENTE INTELECTUAL.
EL CONCEPTO DE INTELIGENCIA EMOCIONAL
ES LIGERAMENTE DISTINTO PARA SALOVEY Y
MAYER QUE PARA GOLEMAN. DEBIDO A ELLO,
SE HAN PRODUCIDO ALGUNAS CONFUSIONES
RESPECTO A CUÁL ERA SU TEORÍA ORIGINAL.
EN ESTE ARTÍCULO VEREMOS EXACTAMENTE
EN QUÉ CONSISTE PARA LOS DOS AUTORES
QUE LE DIERON FORMA QUÉ ES LA INTELIGEN-
CIA EMOCIONAL SEGÚN SALOVEY Y MAYER?
QUÉ ES LA INTELIGENCIA EMOCIONAL SEGÚN
SALOVEY Y MAYER?
Según la definición incluida en su primer libro, la inte-
ligencia emocional es la habilidad de procesar infor-
mación sobre las emociones propias y de los demás.
Además, también incluye la capacidad de usar esta
información como una guía para el pensamiento y el
comportamiento.
Así, las personas con inteligencia emocional le pres-
tan atención, utilizan, entienden y gestionan emocio-
nes. Por otro lado, estas habilidades sirven a funciones
adaptativas que les proporcionan ventajas a ellos y
a los demás. Para considerar que una persona tiene
alta inteligencia emocional, estos dos autores habla-
ban de cuatro habilidades básicas:
Capacidad para percibir y expresar las emociones
propias y ajenas correctamente.
Habilidad para usar las emociones de una manera
que facilite el pensamiento.
Capacidad para entender emociones, lenguaje
emocional, y signos emocionales.
Habilidad para gestionar emociones con el fin de al-
canzar metas.
En este modelo de inteligencia emocional, cada uno
de los campos se desarrolla en cuatro fases distintas.
Este proceso, sin embargo, no tiene por qué produ-
cirse de manera espontánea. Por el contrario, suele
requerir un esfuerzo consciente de la persona. A con-
tinuación veremos las cuatro fases de manera más
detenida.
1- PERCEPCIÓN Y EXPRESIÓN CORRECTA DE
LAS EMOCIONES
La primera habilidad de la inteligencia emo-
cional según Salovey y Mayer es la identifica-
ción de las emociones propias y ajenas. En
primer lugar, la persona debe ser capaz de
comprender lo que está sintiendo. Esto inclu-
ye a las emociones, pero también a los pen-
samientos -tanto los derivados como los que
las generan-. Más tarde, en la segunda fase,
se adquiere la habilidad de hacer lo mismo
con estados ajenos. Por ejemplo, los senti-
mientos de otras personas, o los expresados
a través del arte.
2- FACILITACIÓN EMOCIONAL DEL PENSA-
MIENTO
En la primera fase, las personas dirigen su
pensamiento a la información más importan-
te. Aquí, todavía no se tienen en cuenta los
sentimientos propios. En la segunda etapa,
por el contrario, las emociones empiezan a
percibirse con la intensidad suficiente como
para ser identificables. Por ello, la persona es
capaz de utilizarlas como ayuda para tomar
una decisión.
3- COMPRENSIÓN DE LAS EMOCIONES
Primero, se adquiere la capacidad de distin-
guir una emoción básica de otra, y de usar
las palabras adecuadas para describirlas.
Después, esta habilidad se lleva un paso más
allá, permitiendo que la persona sitúe ese
sentimiento en su estado emocional.
En la tercera fase, la persona es capaz de in-
terpretar emociones complejas. Por ejemplo,
una reacción que mezcle asco y fascinación
o miedo y sorpresa. Por último, también se
adquiriría la habilidad de detectar la transi-
ción entre dos emociones, como de la ira a
la vergüenza o de la sorpresa a la alegría
4- HABILIDAD DE GESTIONAR LAS EMOCIONES
PARA ALCANZAR METAS
En primer lugar, esta capacidad requiere la
voluntad para no limitar el protagonismo que
las emociones en realidad tienen. Esto, que
es más fácil de lograr con las emociones posi-
tivas, cuesta bastante más con las negativas.
En este paso iremos más allá, permitiéndonos
elegir con qué sentimientos identificarnos en
función de si son útiles o no.
En el paso anterior, la persona adquiriría la
capacidad de estudiar emociones en rela-
ción con uno mismo y con los demás. Esto se
haría en función de cómo de influyentes, ra-
zonables o claras sean. Y, por último, la per-
sona sería capaz de gestionar las emociones
propias y ajenas moderando las negativas y
aumentando las positivas.
INTELIGENCIA EMOCIONAL: UNA HABILIDAD
PRÁCTICA
El modelo de inteligencia emocional según
Salovey y Mayer no recoge, ni de lejos, todo
lo que hoy sabemos sobre inteligencia emo-
cional. Sin embargo, nos devuelve al origen
del concepto, a las bases, a aquello que en
su día fue una auténtica revolución.
Quizás el punto más fuerte de este modelo
es su sencillez y el hecho de que presenta
una graduación que facilita su comprensión.
Así, es un magnifico punto de partida para
sumergirnos en el maravilloso mundo de las
emociones. Ese que, queriendo o sin querer,
es nuestro.