El documento describe los grandes cambios que están ocurriendo en el mundo y cómo esto requiere transformaciones en el modelo tradicional de desarrollo en Ecuador. Señala que la educación debe ser el eje de esta transformación para mejorar el bienestar de la población ecuatoriana. Identifica un problema clave del modelo educativo tradicional ecuatoriano, que es la exclusión de 8 mil niños y adolescentes del sistema educativo, lo que representa el 20% de la edad escolar.