La bioingeniería aplica principios de ingeniería a problemas biológicos y médicos para desarrollar tecnologías como biomateriales, biosensores, órganos artificiales y sistemas de imágenes médicas que mejoren la calidad de vida. Requiere una estrecha colaboración entre ingenieros y médicos debido a las diferencias en sus lenguajes y conocimientos, pero trabajando juntos pueden lograr avances significativos en el desarrollo de nuevos equipos e instrumentos biomédicos.