Jesús se quedó en el templo de Jerusalén cuando sus padres María y José emprendieron el viaje de regreso a Nazaret después de celebrar la Pascua. María y José se dieron cuenta que Jesús no estaba con el grupo y lo buscaron durante tres días, hasta que finalmente lo encontraron en el templo hablando con los sabios y sacerdotes, quienes estaban asombrados por su sabiduría. Jesús regresó con María y José a Nazaret.