La Web 1.0 consistía en páginas estáticas creadas usando HTML. Permitía la exposición de información a todo el mundo pero el control lo tenía solo el creador de la página. La Web 2.0 introdujo páginas dinámicas y herramientas que permitían a los usuarios interactuar y compartir información. La Web 3.0 se basa en la inteligencia artificial para encontrar información relevante de manera automática a través de la codificación semántica.