Juan Calvino fue un teólogo y reformador protestante francés en el siglo XVI. Rechazó la autoridad del Papa y consideró a la Biblia como la única fuente de autoridad para los creyentes. También creía en la predestinación, es decir, que la salvación está predestinada por Dios desde el nacimiento independientemente de los actos de una persona. Calvino estableció una iglesia protestante rígida en Ginebra, Suiza, que controlaba la vida civil y religiosa de las personas.
1. Referencias: Brom Juan. “La Edad Moderna”, en: Esbozo de Historia Universal.
Editorial Grijalbo. México 2002. IMÁGENES:www.google.com - www.wikipedia.com
JUAN CALVINO
JUAN CALVINO
1509-1564
1509-1564
El calvinismo proponia la libertad de culto que
proponia que uno podia orar en su casa sin
necesidad de ir a la iglesia.
Rechaza la autoridad del papa sobre los
cristianos. Considera a la Biblia como la única
fuente de autoridad, fe y conducta para los
creyentes. Concibe a Dios como creador,
preservador y gobernador de todo lo que hay
en el mundo.
Su principal postulado relacionado a la
reforma, y que lo hace diferenciarse de
Lutero, es la creencia en la Predestinación,
es decir, que la salvación ya está
predestinada por Dios desde el momento
que nacemos y eso se demuestra a través
de cómo le va en la vida a una persona, si le
va bien es salvo, sino estará condenado,
independientemente de sus actos.
Teólogo y Reformador Protestante
En Ginebra, los protestante le solicitaron que fuese su
guía espiritual. Fue expulsado en 1538, por las
autoridades, pero luego volvió en 1541, en su vuelta ejerció
un poder absoluto y rígido, que se preocupaba de la vida
civil y personal de las personas, a través de aspectos
religiosos. Con poco más de veinte años se convirtió al
protestantismo, al adoptar los puntos de vista de Lutero:
negación de la autoridad de la Iglesia de Roma,
importancia primordial de la Biblia y doctrina de la
salvación a través de la fe y no de las obras.
Juan Calvino, Suprimió los sacramentos, con
excepción del bautismo y la comunión que,
para él, sólo tenían el valor de simples actos
conmemorativos. A las iglesias y a los
sacerdotes les retiraron la decoración y el
vestuario en una total austeridad; de tal
manera que, los fieles elegían de manera
democrática sus propios sacerdotes y
vigilantes morales