1. Conozco una chica que gracias a este Papa (y a otras cosas más) se paró a
pensar qué estaba haciendo con su vida y entonces, cambió.
No os penséis que era una chica diferente a otras, era normal pero se
manifestaba católica y practicante.
Sólo hay un pequeño matiz en esto último, resulta que muy practicante no
era aunque externamente lo manifestara (el mundo-vida interior existe y
¡Vaya si se dio cuenta meses después!).
2. A partir de los 16-17 años se dio cuenta de que algunas cosas que iban
pasando a su alrededor (gente nueva que había conocido, campamentos de
verano, viajes, una compañera de clase también practicante y defensora de
su religión caiga quien caiga, la venida del Papa BXVI a Valencia en el
2006…) le iban acercando poco a poco a una realidad más atrayente…
3. En casa de esta chica su familia, más bien sus padres, seguían todo lo que
pasaba en la Ciudad del Vaticano, y su madre era una fiel seguidora de
Juan Pablo II y por ella, esta chica le cogió mucho cariño y afecto.
Así que ella también le iba siguiendo los pasos aunque no en primera fila
sino más bien, sabiendo que estaba ahí pero sin escucharle de verdad y
hacer vida sus consejos y palabras.
4. Poco o poco se iba acercando la muerte de JP II, el 2 de Abril de 2005, y
esta chica conoció a unas personas que le hicieron cambiar de vida gracias
a la vida que llevaban (no era otra cosa que vivir según sus principios,
creencias, teniendo coherencia de vida que tanto echaba de menos y
anhelaba ella). Al fallecimiento del Papa le invitaron a ir a su funeral en un
viaje express, quiso ir, pero a sus padres no les parecía bien el plan tan
“pensat i fet”, así que lo vivió todo desde su casa.
5. Y entonces llegó el 2 de Abril, esta
chica siguió las noticias hasta que
ya no aguantó más y fue directa a
su cuarto, buscando en la
intimidad las palabras de este Papa
en Internet. ¡Fue la primera vez
que leía escritos de él y de gente
sobre él! Muchas fotos del Papa
iban pasando por sus ojos y éstos
poco a poco empezaron a dejar
caer pequeñas lágrimas.
Ahora sí que había tocado fondo,
esta chica se sintió mal de verdad,
no era un enfado, era algo mucho
más profundo. Dos meses después,
en Junio, haría su viaje de Fin de
Curso a Roma y por no hacer
esperar a sus amigas no fue a ver
la tumba de este querido Papa…
6. ¡Lo que más le impresionó! Que miles
y miles de personas no tenían miedo
de manifestar sus sentimientos,
convicciones delante de todos y el
mundo, porque lo que es auténtico
nadie lo cuestiona.
7. Durante los días previos al funeral ella
sabía, viendo a toda esa gente, que debía
estar allí…
8. JP II le tenía guardada una oportunidad, así dos años después, Abril de
2007, esta chica volvería a Roma de convivencia de Semana Santa, y el
2 de Abril (2º Aniversario) acudió por fin a la tumba de JP II, allí hizo
como todo el mundo: se arrodilló a rezar delante de él.
Y se contuvo las lágrimas mientras por dentro iba diciéndole perdón por
muchas cosas y le prometió que a partir de ese momento iba a retomar
su vida y a querer al nuevo Papa (BXVI) por él y también porque es lo
que tenía que hacer. Fueron apenas 5-10 minutos, pero valieron la pena.
9. Esta es la imagen que se
llevó del Papa, siempre
junto a la Cruz, siempre en
actitud de oración, de
perdón por los pecados de
todos…
Nunca se le olvidarían esas
imágenes que son lo único
que le quedan junto a los
muchos vídeos que existen
de él de todos sus viajes.
Esta chica entonces me dijo
que se lamentaba de no
haber tenido la oportunidad
de conocerle en persona,
verle en directo…
Ahora quiere recortar el
tiempo perdido y va a
acompañar a BXVI siempre
que pueda. Primera ocasión:
en la JMJ.