Este documento presenta una colección de poemas escritos por Irik Limnio entre 1997 y 2003 cuando vivía en Costa Rica, Estados Unidos, Canadá y Panamá. Los poemas exploran temas como la naturaleza, la memoria, el sonido y la vida y la muerte. El documento incluye una breve introducción sobre la publicación original de la colección poética titulada "Kabsus en el Norte".
2. 1
INTRODUCCIÓN
Los Poemas que contempla Kabsus en el Norte, se
escribieron entre 1997 a 2003. Fueron escritos en Costa
Rica, Estados Unidos, Canadá y Panamá.
La primera edición de Kabsus en el Norte salió en el año
2001, y al igual que Germinación de mis Versos, fue muy
limitada.
La portada corresponde a la Comarca Kuna Yala vista
desde un mirador.
En esta versión se aprovecha el espacio virtual para
compartir con aquellos/as que no lo han leído, y para
quienes desean volver a leerlo.
Irik
3. 2
ÁRBOL DE ORO
Árbol de oro nos convoca,
árbol de oro nos dilata.
Es árbol que formó sus anillos
de los ligamentos
de la primera vulva
cuando doce espíritus
experimentaban sus fuerzas.
Sus ramas eternecen
los esqueletos que se tallan día a día,
nos hacen hablar con el movimiento
de la primera hoja que descubrió el pubis.
Por eso estar en su copa
y estirarse con sus manos,
a todas las dimensiones,
es el mayor anhelo de todos,
pues desde allí mordemos los frutos rebeldes
y pasivo que nos llevan a cohabitar
con nuestros antiguos pasos.
¡Imagínense!, ellas volverán a ser macizas,
volverán a ser robustas en vuestras manos.
Les dejaremos todo esto, porque nos vamos.
Nos vamos soplando el olor del tabaco,
soplando el olor del agua.
Que no se apaguen estas aromas.
4. 3
MEMORIA
Su memoria brotó con el glacial
y la altura.
Se formó revolcándose en el gemido
antes que nuestras almas se pusieran
máscaras de abalorios.
Dicen las ancianas, maestras de iniciación,
que ella esculpió las primeras vocales,
el ají y la arena primitiva, en la única vez
que no invernó el norte.
Dejó crecer a su alrededor algas vírgenes
que alcanzaron la senectud, donde el fuego es agua,
y el llanto apenas es mordisco del bohemio.
Circuló en el aliento del espíritu que anduvo
recogiendo algodones,
apareció como laguna tragando a un sol
que emitía rugido de jaguar.
Bailó en la punta de sus pies la música del sur
e intentó jalar la membrana del invierno hacia el centro,
ese centro que no deja de averiguar
si el San Lorenzo volverá a desbordarse a sus espaldas.
5. 4
JUEGO DEL SONIDO
Al pie de nuestro higuerón
hay sonidos pariendo sonidos
en una calabaza semienterrada.
Diminutos sonidos
parecen cristales gelatinosos
con sabor a sal añejo
que giran y giran
sobre puntos suspensivos
de la maraca telúrica.
Luego
son sonidos negros
son rojos sonidos
circulándonos siempre,
conduciéndonos a la inmortalidad
de nuestros latidos cósmicos.
Allí están, hipnotizando
gente en movimiento.
6. 5
EL LLANO GARDI Y EL BOSQUE
A Jorge Ventocilla
En medio del vasto bosque verdoso e intrigante,
cruza el Llano – Gardi.
Recién enrojecida y abierta para todos los pies.
Se articula con otras tantas carreteras modernas,
y con la costa que la tartamuda.
Aquél espacio largo, curvo y malhumorado,
un día fue llenado con nuestra presencia,
de quejas que venían desde nuestro adentro,
porque el césped rojo del Llano - Gardi
había decidió acogernos una noche en sus senos.
Dialogamos, entonces con sus fantasmas,
que estaban disimulados detrás de nuestras voces,
mientras las gotas de Flor de Caña
hallaron una escusa para sumarse
al ritual de las palabras.
Y cuando la Flor de Caña más se apoderaba de las
palabras más platicábamos de cómo hacer
diferente esa vía, a pesar que se nos notaba la angustia
y la incertidumbre.
7. 6
El Llano - Gardi y el bosque
hicieron de nuestras bocas,
bebedoras de quimeras y realidades.
Por eso aprendimos hablar raro,
como si nuestra lengua formara parte
de todo el bosque y de sus fantasmas.
Cómo nos ha embelesado ese paréntesis,
esa vida nuestra que se detuvo.
Dicen los ancianos que por allí
la tierra siempre llega a su orgasmo.
8. 7
KABSUS EN EL NORTE
Me juegas y saltas en la panza,
te escondes entre mis dedos para oír
cómo llega el estío a su nidal.
Qué difícil es hallarte,
sólo puedo imaginar tu risa
enredada en tus propios pasos,
y tu espíritu en mi sangre vieja..
Ya sé… estás en el norte.
Porqué allá?, pequeña Kabsus,
porqué me atisbas ahora entre arces y arrancas
sus hojas.
Ahora llevas mis emociones a los pies del oso
y del águila.
Cómo puedo tocarte esta vez si vuelas alto.
Cómo puedo bañarte, si apenas toco el agua
me congelo.
Oh, divina esperada.
Mira cómo mi pensamiento se enreda con la cornamenta
del caribú y salta sobre el lomo del sábalo.
Pero, aquí estoy, a pesar que mi lenguaje
y mis oídos no entienden los símbolos de las estaciones.
Cuánto quisiera palparte, pequeña Kabsus,
en este invierno que desea madurarse en mi calor.
9. 8
EL RESCATE DE MI ALMA
Un día, cuando yo jugaba
con penumbras de las nubes,
el crujir del níspero asustó mi alma,
lo secuestró en el fondo del mundo.
Y justo antes que tarde pariera noche
se me encendió la frente de fiebre.
Yo era, entonces, un niño que creía
que mi Dios era blanco,
que para librarme del mal
habría que arrodillarme tres veces.
Y así lo hice.
Continuó ardiéndome las entrañas.
Llegué a pensar: ¿Vida...vida mía,
seré yo el mismo fuego?.
Mas entre sollozos y miedo
la mano arrugada de un Nele1
me puso en la hamaca:
frontera de la vida y el sueño.
El Nele ha dejado prendido el sianar2
sobre la epidermis de la tierra,
lo ha dejado debajo de la hamaca.
Pronto va hablar con el que tiene mi todo.
Del sianar sube, sube ondulante humo del cacao.
Mira cómo me unge, exprime,
sahuma al viejo a los nuchugan3
.
1
Nele: Hombre o mujer con cualidades de intermediar entre la naturaleza y el hombre en
conflicto.
2
Sianar: Vasija de barro.
3
Nuchugan: Plural de nuchu, en Kuna. Muñeco hecho con palo de níspero, guía espiritual del nele.
10. 9
Y en la paz del pueblo
sube melodiosa voz del sabio
estremece toda sombra esculpida por luciérnagas.
El humo se deslizó sobre silencio
y las tinajas se rodaron cansadas.
Es que el abuelo va entrando en él,
Allí donde el cuerpo ya no es carne,
no es sangre circulando,
Es ánima parida del barro.
- ¡Que repartan la chicha! – gritó alguien,
muy cerca del círculo de mujeres
aquellas que cubren caras por nostalgia;
porque el abuelo ha entrado en él mismo,
ha entrado y bajado por mí a la raíz de la tierra,
donde las flores son negras y mueren en las rocas
pálidas.
Luego, me encontró en el ojo del viento,
cerca de las palabras que desconocen sus nombres.
Me encontró tejido en el útero de la muerte
no en el níspero ni en su rama.
El sabio, me salvó de lo incierto,
me juntó la jagua, también el achiote.
Y con el canto y la chicha,
desbordamos del sianar
a las huellas de los vivos,
donde yo había empezado
a hilvanar mío destino.
11. 10
KABSUS
En alguna parte de mi cuerpo
se repiten nombres y sueños,
surgen llantos y manos
pegados al rostro del orbe.
Es que te estoy concibiendo,
te estoy formando antes de la carne,
pequeña Kabsus.
Desde que soy semilla de tu ser
te he pensado y me pensaste
hasta donde el hado nos pone fronteras.
Desde entonces, niña de memoria,
hemos comulgado la misma sangre.
Ayer, mirábamos nuestras caras,
la mía era barro resquebrajado,
mas la tuya surgía del silencio,
porque estás dentro de mí.
Caes dentro de mí cual catarata,
caes rozando mi blanda epidermis,
surcas el vacío de mi ser,
pero entre espumas y golpes
puedo ver el aliento de tu alma
deslizarse sobre hojas del ébano.
12. 11
Aún está tu vida pegada al río,
aún la tierra te cobija.
Ay, la espera es larga.
Cuantas veces nombré tu nombre
en el sótano de mi destierro.
Si ya pudiera tocar tu rostro
aceptaría despojarme de la vida,
pero no sin antes mirarte a los ojos,
para que a través de ellos
pudieras beber la miel y hiel
de los que tienen carne.
13. 12
FAROLA – COMPAÑERA
En el ángulo de una vereda
se halla una farola.
Desde allí dejo viajar
el humo del tabaco
a las costas del plenilunio.
Cuántos cocuyos habrán pululado
la antigua forma de la farola.
Cuántas parejas se habrán amado
y odiado en sus raíces.
Me imagino que seres marginados
del placer y de la ventura
la habrán acariciado
como una perfecta amante.
Bajo aquella farola - compañera
se enredan petunias oscuras,
desfilan hombres sin caras
y niños con marcas de correas
en su diminuto cuerpo.
Estoy allí, precisamente,
como sumándome a la huelga.
Estoy allí como cuando niño.
Y no soy el último,
detrás de mí hay tanta gente
como esperando usar el teléfono.
14. 13
NOCTURNO
Nocturno,
dicen los doce espíritus de la tierra
que no lloraste el día en que te parieron,
en su lugar vagaste en las protuberancias
de los luceros.
Dicen que caminaste sigilosamente
y te fundiste en escuálidas plantas
que aparecieron ante tu mirada.
Nocturno,
dice la mujer que te parió que las nubes
se acomodan en tu gloria
sólo para el llanto.
Y los humanos se querellan contigo
por haber tenido un sueño aterrador.
Nocturno,
a mí me parece que ondeas acribillado
por pequeños ojos de serafines
que refulgen continuamente.
Me parece que eres un Nocturno
como el que tengo en la profundidad
de mi ser.
15. 14
NOSOTROS
Nosotros, los que tenemos carne,
bajaremos a la misma tierra,
y la misma tierra borrará nuestras caras,
voces y lágrimas.
Todos dormiremos horizontal
con una mirada vertical y sin ojos,
cubiertos de moho y de años olvidados.
Allí abajo, donde los árboles
extienden sus venas,
siempre seremos las mismas cosas:
los infieles a la vida.
Nuestros cuerpos serán laberintos,
amarillentos huesos, ausentes seres
que tuvieron la misma sangre.
Entonces, quien querrá cantarnos,
quien nos dirá cuándo es noche,
y cuando es día?...la cruz,
sólo la cruz se asomará por nosotros.
16. 15
QUEJA
Si algún día
me inclinase para besarte,
y te beso, como a mí mismo.
No vayas a enojarte, por favor,
a la esquina de esta centuria.
Quéjate en mí, te lo ruego,
quiero sentir como nunca
la queja de tus labios
en los míos.
17. 16
NUESTRO CAMINO
Yo camino y tu caminas,
dejamos huellas que se convierten
en golondrinas, en estrellas de mar,
por eso nadie puede encontrarnos
porque volamos, porque andamos bajo el mar.
Tu sonríes y tu sonrisa se pega en mi camisa.
Ayer, me descubrieron que tenía tu sonrisa,
luego los transeúntes pensaron:
”qué lindo sonríe este joven”,
pero era tu sonrisa, tu sonrisa
que quedó conmigo.
Tú y yo miramos el mar, y no sé porqué
los delfines nos llaman, nos silban,
nos rodean.
Tienes deuda con ellos?,
yo si la tengo.
18. 17
DOS CAFÉS, POR FAVOR…
Dos cafés, por favor, señores de la barra,
que uno sea negro y con leche el otro.
¿Entienden?
Que sea tan negro como carbón,
como nocturno apagado,
como esa ausencia que siento de su todo,
como esas sandalias que la hacían crecer
(por eso parecía más alta que yo).
Que el otro sea blanco como la nieve
esa que tocará sus zapatillas en el invierno,
esa que caerá sobre sus cejas
y la mirará durante aquellos tiempos sin mí.
¡Qué envidia!…!Qué celos!
¡Qué!…!qués!.. ¡halla la vida!.
Dos cafés, por favor, para aquella mesa,
allí donde el espejo dobla las imágenes,
donde dos sillas nos esperan.
Sí, cerca de esas piedras cristalinas
que adivinan nuestro futuro.
Dos cafés, por piedad,
que nunca sea uno, señores.
19. 18
NOTAS DE UNA FLAUTA
A pesar que las notas de una flauta
danzan en nuestros oídos
no sabemos en qué espacio se combinan
la música y el aleteo del grillo.
Nuestra inmadura desesperación
grita en la panza del comején,
sopla en las telarañas que bloquea
el néctar de los sueños y de la razón.
Por eso no entendemos de donde viene
aquellos sonidos…ancianos sonidos…
Los buscamos... y su melodía florece
en nuestros tímpanos, cual vocales del arco iris.
Si no fuera por un arrollo clandestino,
guardador de nuestras confesiones,
nunca nos daríamos cuenta que desde el alba
ya hacíamos magia con la flauta,
que fuimos y seguimos siendo
creadores de sonidos.
20. 19
TINAJA DE VIDA
Si se quebrara la última
tinaja de barro, un caudaloso afluente
se volvería viejo.
Nuestras inquietudes, promesas,
nuestras pasiones y aplausos
se desparramarían cual hojarascas.
Sus raíces dejarían de tener vigor
en nuestros abrazos.
Sólo cultivando, nuevamente, nuestros pies
y dejando que nuestros espíritus guerreros
nos guíen y nos lleven al círculo rojo del sol
nuestra memoria se mantendría
unida en cada amanecer.
21. 20
ESTACIÓN DE LA PUBERTAD
Sobre pasos que dejaron
incontables mujeres de los siglos
muchas manos cargan totumas de arco iris,
muchos pies avanzan hacia cataratas rojas
donde núbiles maduran su anatomía.
En aquella estación
de cataratas rojas, como el crepúsculo,
todo huele a seno jovial,
a lluvia rotando pezón,
a maíz fermentado.
Todos saltan, algarabían de alegría,
dan vueltas y vueltas cual remolino.
Todos desean contornear a la doncella
que tiene enterrado su pecho,
en las venas del planeta.
22. 21
LA CREACIÓN
Después de haberse madurado el sol
y rejuvenecido el tiempo,
la neblina pobló
el vientre de la Madre Tierra.
Y la Madre Tierra empezó a zurcirse
con el frío, con el pesar del silencio.
Sus senos, cual vasija, expulsaban
humaredas de cacao,
nutrían a musgos y líquenes
cerca de las tormentas.
¿Y nosotros?
Nosotros en ese nacimiento
éramos apenas gotas
en las epidermis de los árboles,
hermano menor de las bestias y aves.
Así, todas las cosas
quedaron encadenadas y cultivadas
desde la raíz de las raíces,
en una sola tinaja
en un solo útero.
23. 22
AQUELLOS CABELLOS
Todos los cabellos son hermosos
porque están cultivados en la carne,
pero de todos me gustan aquellos
que se derraman en el ombligo,
cual remolino, y no me enredan sus hebras,
sólo mojan y ahogan como agua;
me gustan porque me hacen reír como niño
y me hacen danzar con ellos.
Todos los cabellos son mágicos,
porque nos conectan con la muerte,
pero sólo amo a aquellos que rozan mi boca,
que cubren el rostro cual sábanas,
y desparraman energías sexuales.
Los adoro, ya que puedo tejer con ellos
una ancha hamaca y colgarlos
en los cuatro puntos cardinales.
Todos los cabellos son divinos
porque tienen diversas formas cual Madre Tierra.
Pero me embelesan aquellos…
aquellos que nos hacen felices
hasta después de nuestra muerte.
24. 23
MOVIMIENTO DE LA HAMACA
Temblando y circulando
la hamaca va surgiendo
de la sonrisa del agua
y de la negación de la muerte.
Va estirándose por galaxias,
va anidándose en estelas del canto
que proceden del ombligo del árbol
con su memoria universal.
Llega al crepúsculo del mango,
del plátano quemado por el fuego,
del coco que exprime sus senos,
del pescado que volverá al mar
tantas veces.
Llega meciendo y crujiéndose,
y sus crujidos nos van reposando
en un húmedo laberinto que sale de los otros
que ya no están o de las tinajas grises
que giran al lado nuestro.
25. 24
AQUÍ, SOBRE TODO
Yo, aquí sahumándome con albahaca,
viendo el canto escabullirse de la boca
que le aprisionaba,
que le hilvanaba pentagrama.
Aquí estoy, agitándome en los mismos círculos,
oliendo hasta el último óvulo de las piedras,
hallando vestigios de nuestra respiración
que humedecieron todos las sábanas.
Vivo, viviendo detrás de esta pantalla,
inventando tu voz, dibujando tu cara
que no quiere salirse de mi pensamiento.
Aquí estoy amarrado por dos sonidos
que acostumbraron a oírme, cual
silencio paciente que no me renuncia.
26. 25
EL BESO A LA VIDA
Quisiera besarte todo el día,
desligarme de ti sólo cuando tenga que ver
la mariposa que sale de tu ombligo,
y sentir que sus alas acarician mi espalda.
Quisiera mojarte cada vez que se mueve el sol,
y desprenderme sólo para ver tu sonrisa
vestirse de mola y centellearse en las quimeras.
Deseo independizarme
de tus dientes,
de tu lengua
de la arena que hay en tu pecho,
solo para colocar la punta de mis dedos
en los tuyos.
Quisiera irme de ti una noche, mi Cielo,
sólo para indagarte corporalmente,
cual si yo fuera abalorios de colores
en tus muslos, en tus cuellos, y quedarme en ti
como sagrados símbolos de la naturaleza.
¡No!....de ninguna manera, no hay otra razón,
otra inquietud que me haga decirte:
“un momento mi Amor”,
pues deseo seguir escribiéndote
este mismo poema.
27. 26
EN NUESTROS SUEÑOS
En el mes de las iguanas,
justo ese mes, nos alejamos de nuestros sueños,
tú del tuyo, yo del mío.
Yo porque me escapaba de los hongos
que brotaban del saco de maíz
que almacenaba mi abuela, de la vieja canoa
que me aguardaba crecer un poco más.
Tú, huías porque te parecía que todas las cosas
graznaban,
que del rayo se formaban imágenes de otras épocas.
De pronto nos encontramos en el sueño de todos
Allí danzábamos sobre lunas en llamas,
frente a dos grande totumas repletas de múltiples
bebidas.
Sorbimos su néctar, y su singular magia
nos condujo, circularmente, a aquellos ruidos primitivos
de la mutación de la corteza de los espíritus.
Yo tuve un sueño, igual que tú
por allí creo que empezamos a vivir.
28. 27
DESPUÉS DE GAIGIRGORDUP4
Me han dicho los pescadores
que cuando nuestro bote
estaba más allá de Gaigirgordup,
los corales parecían deslizarse entre ellos,
que de las sombras que dejaban las gaviotas,
se formaban en la mar una red de manos.
También han visto que las olas se chocaban entre ellas
como si quisieran adentrarse unas a otras
para ser más inmensas,
para ser acróbatas de todos los océanos.
Allá, donde la choza huele a humo
de cientos de años,
ellos observaron que entre los algodones del cielo
se dibujaban todos los olvidos
mitad de ellos estaban hechos de pirulís,
y de los otros emergía una gran cascada.
Vieron que hasta en los sacros momentos,
cuando los viejos entonaban sus cantos,
el aire se regeneraba, coloreaba a las viejas hamacas
que sacudieron, hace millones de años,
el vientre de todas las risas.
Después de Gaigirgordup,
y por las voces que llegaron de diversas formas,
pienso que hemos sembrado un pequeño sol en el patio
de nuestra Casa.
4
Conocido también como El Porvenir (cabecera de la comarca Kuna Yala)
29. 28
SI LAS PAREDES HABLARAN
Dedicado a Lombardo Rivera
Cuando la chicha fuerte comienza
a alborotar nuestra sobria vida,
una noble casa hace honor a mis actos puros,
al quejido más consagrado
que se pueda dar
cerca de la cuenca del río Gardi.
Nana Kaabsus, la noche antigua,
deja la puerta de plata abierta
a mis espíritus convulsivos.
Y Bugasui, mi hermano arquero
me ofrenda la mejor flecha de oro
sacado durante la formación
de la Madre Tierra.
Y cuando luna se vuelve delgada
imito los pasos del cangrejo,
me raspo en las cañas blancas.
Soy cocuyo blanco
Que hizo rodar los troncos que mi madre
usa para el fogón.
Los bejucos se relajan
poniendo las cañas blancas entreabiertas.
30. 29
Los bejucos serpentean sobre si mismo
se vuelven mis manos
en los accidentes fluviales.
Cómo se estremece mi casa
Yuuuuuuu!!!! allá grita la gente.
Y yo aquí meciéndome en la hamaca
con la estrella que tomé del firmamento.
Les digo, si las paredes hablaran....
31. 30
EL MAR
......es una hamaca conectada a la historia.
Cuenta de las algas desprendidas de los corales
que solo existieron en la imaginación.
De las diminutas hojas que se descubrieron
cuando estornudó el estornudo.
Es un irreductible contador de estrellas,
el ultimo amigo de los guerreros
que pasaron pintados de rojo.
Quién no ha escuchado cuando niño
la llegada del mar convertida en olas.
Me acuerdo que podía sentir el viento
sentado a horcajadas en la lengua de mi abuela.
El mar es reservorio de aquellos que no quisieron
retornar como mi tío, como mi primo....
Es un relato de quimeras o es quimera que falta por
relatarse.
32. 31
NACIMIENTO
Tomó el cáliz de la corteza de un árbol sagrado.
Bebió la suave, viscosa y acholatada agua
que amilanó el dolor.
Todos vieron moldearse su panza, menos yo
pero a mí me llegó el aliento
de Olodillilisop
de Oloiitirdili
de Ologuadiryai,
de Ologwadule,
de Olopipirgunyai
de Nabguana5
Casi al final de penúltimo día de guiblo nii6
un portal de tu cuerpo dejó pasar al pequeño delfín...
tú, mujer, no lloraste.......
cómo ha de llorar si tu voz era antes que
el llanto.
5
Diversos nombres que tomó la Madre Tierra en el proceso de creación.
6
Octubre
33. 32
YA ES HORA
A los/as hermanos/as indígenas de San Salvador
Ya es momento hermanos
Ya es oportuno hermanas
No oculten vuestros rostro detrás de otro.
Acepten que el abuelo de tu abuelo
y de todo nuestros abuelos
escogió la arcilla del color que somos.
Invocó a todos los céfiros, a todos los soles
a todos los maíces
y a todas las manos
para que moldeara bien vuestras siluetas.
Se sintió orgulloso de su arte.
Ya no caminen cabizbajos,
vuestra historia es mi historia.
Es nuestra historia.
Tienes una larga cadena de construcción de ciudades,
aportes científicos y médicos
que mucho ha asombrado a la humanidad.
Abra tu boca, la boca del quetzal,
y hazte sentir en la tierra donde tus padres sembraron.
Cosecha sus cantos,
cosecha su pensamiento
y viva con dignidad.
34. 33
VOLAR ESPANTA
No sé en qué circunstancia
el espanto plagió mi valentía.
El volar se volvió sarcófago
del único habitante.
Me da temor que vuelo
en un pájaro de hierro.
Ese del cual los aventureros cuentan
que se le abre la puerta, las hélices se paran
y comienza a llover por dentro.
Pero qué le importa a los de la aeronáutica,
Pero qué le importa a los dueños
si no vuelan allí.
Cuando estoy esperando el avión
que me ha de traer de vuelta,
me pregunto si llegaré a mi hado;
me pregunto entonces, ¿Porqué viajo?,
Por ti Kuna Yala, aunque el vuelo me espante
y me arranque la sonrisa.
35. 34
WINTER
Traducido al ingles por Roberta Stout
Once again, winter has arrived to our streets.
Penetrating all of our daily activities.
Street signs and gutters stay hidden by winter´s
White braid.
And as if part of an annual ceremony,
people cover their bodies.
Everything remains under his spell,
even the trees appear as eternally naked pilgrims.
I, in the meantime, uncover the sidewalks hidden
beneath the snow so that my family and other
passer-by can walk with happiness.
Like a ballad, winter has arrived.
This is how I learn to walk to his rythme
Always looking at the dry ice forming from the
shingles of house, hoping one does not fall on my
life.
During his white nights,
I sing and drink tea with my friends,
Until spring returns, drop by drop.
36. 35
Nací en la comunidad de Akwanusadup, Comarca Kuna
Yala) el 28 de diciembre de 1969. Realicé mis estudios
en la comunidad de
Yandup (Rodolfo Chiari y
Félix Esteban Oller,
primaria y primer ciclo,
respectivamente). En la
provincia de Colón
culminé mis estudios
secundarios, en el colegio
Abel Bravo.
En 1995, obtuve mención
de honor en el premio
Texaco. Los poemas de
esa mención aparecen en
“Afán que es una Fiesta”,
publicado por el Instituto
Nacional de Cultura ese
mismo año.
En 1999 por la invitación del Instituto Nacional de
Cultura aparecí en el libro “Novísimo Poetas Jóvenes”.
En el año 2000 obtuve mi licenciatura en Sociología.