El documento describe las condiciones de vida de los obreros en los barrios industriales próximos a las fábricas durante la revolución industrial. Vivían en condiciones precarias sin servicios públicos y en medio de la contaminación, con salarios bajos que apenas les permitían sobrevivir trabajando más de 10 horas diarias. El proceso de industrialización provocó un éxodo rural hacia las ciudades, cuyas poblaciones crecieron rápidamente y se multiplicaron, dando lugar a un proceso de urbanización.