El documento presenta una metáfora sobre la vida como una copa de felicidad que nunca se nos da llena, sino que debemos ir llenando gota a gota cada día. Nos aconseja no quejarnos ni temer males imaginarios, sino luchar por la felicidad a pesar de las dificultades. Explica que la felicidad no proviene de bienes materiales sino de actuar bien y acostumbrarnos a lo que tenemos, y que la mejor forma de ser feliz es ocuparse de la felicidad de los demás.