La dignidad personal es lo más valioso que posee el ser humano, lo que lo hace superior al mundo material. Solo el hombre es una persona consciente y libre, el centro del universo. Debido a su dignidad, el ser humano es un valor en sí mismo y debe ser tratado como tal. Ser persona es el resultado de un proceso de maduración y no se logra solo, sino en relación con los demás. Todos los seres humanos somos iguales ante Dios.