El documento describe que la dignidad humana se basa en que cada persona es única e irrepetible, dotada de inteligencia y libertad. Cada persona tiene un valor intrínseco por el mero hecho de existir, independientemente de factores externos. Además, la dignidad de cada persona se fundamenta en haber sido creada a imagen y semejanza de Dios.
3. Diginidad en el caso del hombre, es una palabra que significa
valor intrínsico, no dependiente de factores externos. Algo es
digno cuando es valioso de por sí y no sólo ni principalmente
por su utilidad para esto o para lo otro.
En el caso del hombre, su dignidad reside en el hecho de que
es, no un qué, si no un quién, un ser único, insustituible,
dotado de intimidad, de inteligencia, voluntad, libertad,
capacidad de amar y de abrirse a los demás.
4. La persona es un absoluto, en el sentido de algo único,
irreductible a cualquier cosa. Mi yo no es intercambiable con
nadie. Este carácter único irreductible a cualquier cosa. Mi yo
no es intercambiable con nadie.
Solo el creador puede ser fundamento de la dignidad humana.
5. La Dignidad de cada ser humano nace del ser
peculiarísimo e irrepetible que somos cada uno, el
fundamento de la dignidad de la persona está dentro de
ella misma, y no fuera. Por eso tiene valor intrínsico.
Esto nos platea una pregunta inquietante:
¿Cuál es el origen de la persona?
¿De dónde sale?
La persona como tal, en primera instancia es fruto de una elección trascendente.
6. Lo mas evidente es esto: toda persona humana es hija
de otra. Ser hijos no es un accidente, sino algo que
pertenece a la condición misma del ser personal.
Ser hijos significa ser engendrado, proceder de otro ser
personal. Y todo ser humano es hijo de otro.
La persona como tal, en primera instancia es fruto de una elección trascendente.
7. • Cada persona humana no
puede ser un accidente.
• El amor de una madre por su
hijo es una semejanza del amor
con el cual el Creador ha
creado a cada persona.
La persona como tal, en primera instancia es fruto de una elección trascendente.
8. • Uno no es querido por ser
guapo, feo, listo o torpe; es
querido por ser él, y por que es
precisamente él.
La persona como tal, en primera instancia es fruto de una elección trascendente.
9. La dignidad de la persona humana se basa en que ha sido creada
a imagen y semejanza de Dios, y Dios además ha llamado a todo
ser humano a participar de su amistad.
El ser humano, como ser inteligente y libre, con sus derechos y
sus deberes, es el primer principio y como el corazón y el alma de
la enseñanza social de la Iglesia.
10. Todo ser humano: el rico y el pobre, el blanco y el negro, el
anciano y el enfermo, el niño e incluso el no nacido. También el
embrión humano tiene la dignidad de persona humana.
11. Esta en el centro de la
sociedad. Toda la sociedad, con
sus estructuras, organizaciones
y funciones, tiene el deber de
orientar la vida económica y
social de tal forma que
permitan al mayor número de
personas desarrollar sus
cualidades y satisfacer sus
buenos deseos de perfección y
felicidad.
12. La dignidad humana se ve también afectada por una falla en el
equilibrio y desarrollo de los países discriminando y explotando a
poblaciones enteras. En muchos países la distribución de la
riqueza, de los alimentos es deshumanizante, las necesidades
básicas de grupos de población incluso en países desarrollados
no se toma cuidado de acciones que provocan situaciones de
angustia y desesperación.
13. Se ve una clara diferencia entre las personas no calificadas
siempre serán las mas marginadas y muchas veces la falta de
sensibilidad de aquellos calificadas se sorprenden por la
acción de protesta de los primeros.
14. En su momento Juan Pablo II puso énfasis en el peligro de una
idolatría del mercado o de convertir a la economía en un ente
absoluto. Afirma que “la libertad económica” es solamente uno
de los elementos de la libertad humana.
15. Cuando se convierte en autónoma, cuando al hombre
se le ve más como un productor o un consumidor de
bienes que como un sujeto que produce y consume
para vivir, entonces la libertad económica pierde su
relación necesaria con la persona humana y termina
enajenándola y oprimiéndola” (CA, n.39).