Adam Smith describe cómo la división del trabajo aumenta enormemente la productividad. Explica que cuando la fabricación de alfileres se divide en tareas especializadas como estirar el alambre, enderezarlo y cortarlo, una sola persona puede producir 48,000 alfileres en un día, mientras que sin división del trabajo es improbable que alguien pudiera hacer incluso un solo alfiler. La división del trabajo mejora la productividad al permitir que los trabajadores se especialicen y se vuelvan más hábiles en sus tareas, ahorren tiempo al no cambiar entre