El paludismo es causado por un parásito transmitido a través de la picadura de mosquitos infectados. Las intervenciones clave para controlar la malaria incluyen el tratamiento rápido con medicamentos basados en la artemisinina, el uso de mosquiteros tratados con insecticida y la fumigación de espacios cerrados para controlar los mosquitos. La transmisión es más intensa donde los mosquitos viven más tiempo y prefieren picar humanos sobre otros animales.