Napoleón Bonaparte dio un golpe de Estado en 1799 y estableció el Consulado, donde fue elegido primer cónsul. En 1804 se coronó emperador del primer imperio francés. Aunque tuvo éxitos militares iniciales, su invasión de Rusia en 1812 terminó en desastre. Fue derrotado por las potencias europeas y desterrado a la isla de Elba, aunque escapó brevemente al poder durante los Cien Días antes de ser definitivamente derrotado en Waterloo en 1815.